miércoles, 26 de mayo de 2021

Nuestro sistema púbico de salud

El pasado 22 de Abril de 2017 los integrantes de la promoción de médicos-cirujanos Dr. Walter Bishop de la Universidad de Los Andes cumplimos 40 años de graduados y en esa oportunidad hicimos un reencuentro en Mérida de dos días. En el acto protocolar en el Aula Magna nos correspondió pronunciar el discurso en representación de los egresados. En una parte del mismo nos referimos a nuestro sistema de salud en los siguientes términos:

"Nuestro ejercicio profesional. Nuestro Sistema de salud

     La gente, la población sana y enferma,  son para nosotros,  razón de vida. Todos sin excepción, pero los más pobres siempre son y serán de nuestra especial preocupación. En el ejercicio profesional hemos convivido extensamente con nuestros pacientes y sus seres queridos. Muy significativo ha sido para nosotros el trabajo creativo y afectivo realizado con grupos poblacionales en relación con la salud.  No se puede ejercer la medicina sin una alta sensibilidad social y humana. Mucho tenemos que agradecerle a las personas a las que hemos servido: su lucha integrada con nosotros,  su palabra de afecto, su sonrisa, su amistad, su fe, sus oraciones.

El sistema de salud ha sido y es nuestro ámbito de  trabajo durante estos 40 años. Somos un país con un sistema de salud mixto. Un subsistema público ampliamente extendido y un subsistema privado que creció progresivamente hasta lograr gran importancia en la atención en salud. Hemos desarrollado nuestro ejercicio profesional en ambos ámbitos de ese sistema.

Desde el pregrado nos formamos en el subsistema público y una vez graduados, continuamos nuestra formación e hicimos carrera en él desde nuestra rural hasta  hoy. Simultáneamente hemos hecho ejercicio libre de la profesión y eso nos permitió también servir a quienes acuden al subsistema privado y combinar ambas experiencias en beneficio de nuestra población.

Nuestro subsistema público, aún con todas sus dificultades anteriores y actuales, es vigoroso, es un patrimonio nacional construido durante más de 80 años, importante de preservar y posible de mejorar. Sigue siendo una deuda para nuestro país el contar con un sistema de salud universal, equitativo, integrado y de alta calidad el cual  es una necesidad y una aspiración por la que siempre hemos  luchado y seguimos luchando.

El subsistema privado ha avanzado también hasta ser muy significativo en cuanto a la atención de nuestros compatriotas, hasta el punto de que hoy hace un aporte valioso en esa importante tarea.

Es vital fortalecer la integración y sinergia entre ambos subsistemas, por supuesto con predominio y rectoría de nuestro subsistema público. Muchas experiencias de complementariedad entre atención pública y privada ocurren día a día en nuestro país, de las cuales a lo largo de nuestras carreras hemos sido protagonistas. Es cierto que se trata de una relación compleja pero es posible y deseable fortalecerla y cultivarla en beneficio de la salud de todos."

Desde nuestros estudios de pregrado hemos luchado por el fortalecimiento de nuestro sistema público de salud, en los últimos años de estudios creamos en Mérida el Movimiento en Defensa de la Salud Pública (MDSP) que intentó por varios años vincular a los estudiantes de las carreras de ciencias de la salud en lo que en esos tiempos llamamos la "práctica social de la carrera". Considerábamos que los estudios de pregrado en salud debían vincular a los estudiantes  al paciente y a la realidad social desde el primer día y no en los últimos años de carrera como los mismos estaban diseñados. Ese movimiento tuvo mucha acogida entre los estudiantes de la época.

Una vez graduados, en nuestro ejercicio profesional fuimos testigos de la debilidad y deterioro progresivo del sistema de salud público y de la inequidad en el acceso a una atención de salud de calidad y contra ello luchamos constantemente.  

En los años 80 continuó el debilitamiento del sistema público de salud y comenzaron a emerger las tendencias privatizadoras que se acentuaron en los 90 y en los últimos 20 años hemos visto su debilitamiento aún mayor, con una acentuación de la inequidad y deterioro de la atención en salud, acompañado de un discurso aparentemente favorable al fortalecimiento del sistema público que no ha se ha cumplido en la práctica.

Hoy, cuando ya nuestra carrera activa en salud ha concluido, es poco lo que podemos aportar en esa lucha que debe continuar siendo constante e intensa, pero siempre estaremos atentos y dispuestos a hacer un aporte por pequeño que sea en esta lucha que para nosotros ha sido y seguirá siendo vital.

Como dijimos en ocasión de los 40 años de la Promoción Walter Bishop: "Sigue siendo una deuda para nuestro país el contar con un sistema de salud universal, equitativo, integrado y de alta calidad el cual  es una necesidad y una aspiración por la que siempre hemos  luchado y seguimos luchando." 



domingo, 25 de abril de 2021

Covid-19 Venezuela, perspectiva desde lo personal

Hace más de año comenzó la epidemia de Covid en mi país. En Enero tuvimos Covid mi esposa (63) y yo (68), en esos mismos días se enfermaron la suegra (75) y esposo (44) de mi segunda hija, en Marzo enfermaron mi hija mayor (45) mi hermana (66) y mi hija menor (25). Mi esposa y yo vivimos en Valencia, mi segunda hija y familia en Mérida, mi hermana e hija mayor en Caracas y mi hija menor en Valencia también.Sólo mi hija menor supo cómo se contagió, el resto no tenemos idea de cómo nos contagiamos. De estos 7 casos, tres, mi consuegra, mi hija mayor y yo, tuvimos algún tipo de complicación que afortunadamente cedieron con el tratamiento indicado.

Hasta ahora han muerto 13 personas de mi entorno cercano por Covid:

El año pasado murieron Antonio Camacho (94) en El Vigía y Fernando Lobo (alrededor de 60) en San Cristóbal.

Este año han muerto el Dr Rugeles (66) y su esposa en El Vigía, la ex suegra (85) y ex cuñada (60) de mi hermana, un ex compañero de trabajo (cerca de 40) y el esposo de otra (63), una compañera de trabajo (57), en Caracas, dos vecinas de mi residencia (entre 50 y 60) en Valencia, una compañera de trabajo de mi hija menor (42) también en Valencia y la sobrina de un amigo cercano (31) emigrante en Brasil.

En mi familia hasta la presente nadie ha sido vacunado ni hay posibilidades a la vista de lograrlo, sólo una sobrina (38) que emigró a EEUU hace un año se vacunó.
 
Es evidente que desde la perspectiva personal la pandemia se nos ha ido progresivamente agravando y no hay posibilidad concreta de protegernos en el corto plazo.

No abundaré en lo triste y difícil que ha sido todo, sólo señalaré que afrontar este grave problema en la mayoría de los casos ha exigido un enorme esfuerzo y gasto personal-familiar, las políticas públicas al respecto son muy débiles y están rebasadas por la realidad. 

En cinco de los siete casos de enfermedad familiar tuvimos el invalorable y solidario apoyo del Dr. Félix Arocha Machado, internista de Valencia que hizo una labor profesional y humana extraordinaria.



lunes, 22 de febrero de 2021

Covid Venezuela, primer año: La epidemia crece

El próximo 13 de Marzo se cumplirá un año de la notificación oficial de los primeros casos de Covid en Venezuela. Para nosotros el año 2021 inició con contagio por Covid, cuadro moderado con afectación pulmonar importante que requirió hospitalización domiciliaria por dos semanas y tratamiento muy costoso, el cual fue asumido personalmente con apoyo  familiar y de amigos cercanos.

La epidemia en Venezuela se mantiene activa, la versión oficial desde Octubre pasado fue que “la curva se aplanó”. Luego de decretar una flexibilización durante todo el mes de Diciembre, ahora la versión oficial es que en Enero han aumentado los casos porque “nos volvimos locos en Diciembre”, sin embargo se acaban de decretar dos semanas de flexibilización a propósito de los carnavales.  

Una primera realidad es que la epidemia no ha tocado al país con la fuerza que nos imaginamos y que el colapso hospitalario profundo no ocurrió como lo imaginamos, aunque   obviamente por la crisis sanitaria existente siempre hemos estado en un colapso, que se ha expresado en la atención de los casos graves, conocemos por diversas vías que los hospitales han estado llenos de pacientes Covid y que en algunos momentos no se han admitido nuevos pacientes que requieren hospitalización por no haber camas disponibles lo cual ha llevado al clásico "ruleteo" por varios hospitales hasta lograr su ingreso en alguno, por ello se ha conocido que en algunos hospitales se han tenido que ampliar las áreas de hospitalización para Covid, también hemos sabido que en varios hospitales han faltado los insumos para atender los pacientes que han enfermado por Covid.

Para esta baja intensidad de la epidemia en comparación con otros países latinoamericanos parecidos a nosotros, algunas de las explicaciones que se han dado han sido la parálisis económica del país en general, incluso mucho antes de la epidemia y la falta de movilidad de la población por la falta de gasolina.

Se ha sabido de muchos casos y muertes, bastante más de los que reconoce el gobierno, por cuadros respiratorios compatibles con Covid no registrados como tales oficialmente,  pero visiblemente el país no ha sido devastado por la epidemia.

Otro tema es cómo la población se ha enfrentado a la epidemia, a la enfermedad y la muerte sólo con el atenuante poblacional de su baja intensidad en casos y por ende menos muertes de las esperadas, pero la intensidad del problema para las familias a los que se le ha enfermado un miembro ha sido enorme.

A la baja intensidad de la epidemia, se suma el hecho cierto de que la mayoría de los casos  son leves y manejables ambulatoriamente y con cuidados comunes, sin embargo un asunto grave ha sido la dificultad económica del manejo de la enfermedad para la mayoría de la población, aún siendo casos leves.

El curso relativamente benigno de la epidemia ha evitado un escándalo político, aunque no evitó la crisis sanitaria en la que nos encontramos.

¿Cuál es la gravedad de la situación?

1.   Muchos casos y muertes por patología respiratoria compatible por Covid no registrados por el sistema público de salud. Incoherencias estadísticas en las que, por ejemplo durante todo el año, aunque aumentara el número de casos, nunca aumentaron las muertes, mostrándose una curva de mortalidad aplanada en todo el período 

2.  Una parte importante de la población ha enfrentado sola la enfermedad con remedios caseros y/o con medicamentos comprados por ellos mismos en las farmacias con sus propios recursos, muchas veces sin atención médica. Al principio el gobierno habló mucho por los medios de comunicación de universalidad y gratuidad de la atención de la epidemia y hospitalización de todos los casos y contactos, hoy la presencia en los medios se  ha limitado  a un reporte formal diario y programas en los medios de balance semanal

3.    El tema de los casos que se agravan es dramático, implica un enorme gasto, manejados en casa. Se enfrenta el problema al detal, en soledad, sólo con la familia cercana. Es visible la desesperación de la gente pidiendo dinero por las redes sociales para enfrentar el problema

4.  El tema de la vacunación es de altísima importancia. El gobierno ha informado desde el año pasado que adquirió la vacuna rusa para 10 millones de personas, hace pocos días llegó un pirmer lote para 50 mil personas. Ya se inició la vacunación en personal de salud de primera línea para Covid, no está claro el plan, el gobierno ha  hablado de que las próximas prioridades serán funcionarios gubernamentales que “hacen actividad de calle”, entre ellos brigadistas, militares, policías y diputados. Consideramos este tema de importancia vital, además de ser la única vía real para controlar la epidemia, nuestra historia de vacunación  no ha sido muy halagüeña y nunca nos hemos enfrentado a una meta de vacunación en un plazo relativamente corto estimada entre 18 y 20 millones de personas, por lo que sólo mediante una estrategia ampliamente inclusiva con participación de toda la sociedad, nos podremos acercar a la meta. Se ha hablado de que están avanzando acuerdos políticos entre gobierno y oposición para ingresar a la estrategia Covax de OMS que nos permitiría vacunar a 6 millones de personas, lo cual por supuesto es auspicioso, pero obviamente esta cantidad está bastante lejos de la meta. Si este asunto no se maneja con la amplitud, capacidad y realismo requerido podríamos vivir una larga travesía con Covid, que ya se acerca al año y que podría durar mucho más, siendo la inmensa mayoría pobre o con pocos recursos la que sufriría más los efectos devastadores de esta terrible pandemia.