lunes, 2 de noviembre de 2020

In Memoriam Santos Méndez

 A SANTOS MÉNDEZ lo conocimos en Mérida  a mediados de los años 70. Llegó junto a otros compañeros procedentes de El Tigrito, estado Anzoátegui de donde eran oriundos: SANTOS LÓPEZ, HÉCTOR GUARIMÁN, FRANK PAYARES, entre otros. Eran militantes políticos de izquierda que en su juventud se sumaron a los GAR, grupo político de izquierda fundado entre otros por Rafael Iribarren, ex militante de COPEI y ex fundador de la Izquierda Cristiana, otro grupo político de izquierda de la época que para ese momento había desaparecido.

Vinieron a estudiar en la ULA como nosotros, que ya estábamos en Mérida desde 1.970.

Santos no concluyó sus estudios. Muy pronto se fue a Ciudad Guayana a la militancia política y sindical. Comenzó a trabajar en SIDOR y en 1.979 forma parte de la plancha del movimiento Matanceros, encabezada por Andrés Velázquez, donde resultó electo Secretario de Organización de SUTISS, en una fórmula unitaria de izquierda.

Esto lo consagró históricamente como uno de los líderes sindicales del hierro en Guayana, en esa época que fue emblemática en el movimiento sindical venezolano.

Fue un hombre crítico, unitario y valiente. Honesto al máximo. Con nosotros militó en el GAR hasta 1.984 que junto a Limin Wu, Alberto Rondón y yo, acordamos por amplia mayoría de su Dirección Nacional, disolver dicha organización, en contra de la opinión de su fundador. El pequeño partido se disolvió sin traumas luego de sucesivas divisiones y su total pérdida de vigencia y pertinencia. 

Santos, por razones personales, durante un tiempo se fue de Guayana y trabajó en la industria petrolera en Barinas y luego en Cabimas. En esos tiempos convivió con nosotros un tiempo en el Sur del Lago de Maracaibo, en la llamada zona panamericana de Mérida, cuya ciudad principal es El Vigía.

Luego de unos años se regresó a Guayana y se incorporó al equipo de gobierno de Andrés Velásquez, que en ese momento era gobernador de Bolívar. La última vez que lo vimos fue entre 1999 y 2000, que nos visitó en Caracas en el Ministerio de Salud. En esa oportunidad compartimos él, Alberto y yo una tarde, en que lo acompañamos a Los Teques a ver su Hija María Virginia. En esa oportunidad nos contó que estaba trabajando en una alcaldía en el interior del estado Bolívar.

Luego no supimos nunca más de Santos, hasta la semana pasada que nos enteramos de su sorpresivo fallecimiento para nosotros. Desconocemos las circunstancias en las que falleció, sólo nos enteramos de que gente del movimiento sindical y del mundo político guayanés le rindió un modesto pero significativo homenaje póstumo, como figura política y sindical emblemática de la zona.

Santos era joven para morir, tendría un poco más de 60 años. Desde el mayor afecto, sentimos un profundo dolor por su deceso y de esta manera nos queremos sumar a la gente que lo  quiso,  lo recuerda y reconoce como ser humano y como hombre de lucha. 

¡Paz a sus restos!