Desde hace muchos años nos hemos
planteado la relación de la medicina con la realidad social y política de
nuestro país, siempre en plan crítico para profundizar nuestros conocimientos y
transformar nuestras prácticas. En principio, hacia finales de nuestra
formación de pregrado (años 70), cuestionábamos que nuestra formación académica
era muy escolástica, con poca relación con la práctica hasta bien adelantada la
carrera y con muy poca o ninguna relación con la realidad social.
Creamos hacia el final de nuestra
carrera médica el Movimiento en Defensa de la Salud Pública (MDSP), que
intentaba vincular a los estudiantes de los primeros años con la práctica
médica y con la sociedad, particularmente, los más pobres. Surgió de allí una
iniciativa que denominábamos “práctica social de la carrera”, mediante la cual
los estudiantes de los primeros años, de la mano de los más adelantados y de
los ya graduados y comprometidos con esta visión, se relacionaran desde el
principio de sus estudios en ciencias de la salud, con los problemas reales de
salud y con la realidad social de nuestra gente. Esa propuesta tuvo mucha
receptividad en los estudiantes de los primeros años.
Más adelante, luego de una etapa
de práctica social y política en el Sur del Lago de Maracaibo, que alcanzó más
de una década, regresamos a la Salud Pública, desde la Alcaldía y el Distrito Sanitario El Vigía, edo. Mérida.
En el inicio de nuestra formación de postgrado en salud Pública (años 90), nos encontramos tardíamente con el concepto de
Atención Primaria de Salud (APS) desarrollado por la OMS a finales de la década
de los setenta en la Declaración de Alma Ata.
Esto nos permitió proponer
iniciativas comunitarias y políticas, tendentes a trabajar el tema de la salud
directamente con las comunidades afectadas y con la participación de las
fuerzas sociales y los distintos niveles de gobierno que confluían en esa
ciudad.
De allí nos fuimos a Caracas, a continuar
nuestra formación en Salud Pública y nos encontramos con los aportes de varios
latinoamericanos en lo que se llamó el movimiento de Medicina Social, entre los
cuales nos encontramos con los aportes de Pedro Luís Castellanos, Edmundo
Granda, Jaime Breilh, entre otros. Profundizamos en el tema de Salud y
Condiciones de Vida de Castellanos y nos incorporamos al intento de reforma
sanitaria, que impulsaron Carlos Walter, Oscar Feo, Gilberto Rodríguez Ohoa y
Francisco Armada, entre otros, siempre en el intento de cuestionar la práctica
de la salud Pública, para transformarla y hacerla más acorde con la realidad
sociopolítica de nuestro país.
Allí estudiamos los escritos de la
denominada Crisis de la salud Pública, a la vez que hacíamos intentos prácticos
en niveles nacional y regionales, con resultados alentadores, pero no
concluyentes. Nunca pudimos alcanzar la anhelada transformación de la Salud
Pública, que considerábamos y consideramos aún, se requiere en nuestros países,
para un mejor abordaje de nuestras realidades sanitarias, sociales y políticas.
Y en ese transitar nos
encontramos con el Movimiento de Salud Colectiva (año 2005), desarrollado
en América Latina desde los 90, como una nueva manera de cuestionar la práctica
tradicional de la salud Pública y de todos sus intentos posteriores. Hoy
seguimos intentando superar las visiones limitadas que la Salud Pública ha
tenido de la salud y la vida, tratando de superar las visiones medicalizadas, “enfermológicas”,
mercantilistas y burocráticas desde un hiperestado que de manera vertical se
aleja de las necesidades e inquietudes propias de la gente en su vida cotidiana.
Granda propuso que pasáramos de
la Salud Pública a los Públicos por la Salud. Ha sido un camino difícil porque
la anhelada participación de la gente en la confrontación de sus propios problemas
de salud, no se ha logrado a pesar de tanto que se ha escrito sobre ella. Pero
definitivamente no será posible transformar la Salud Pública y sus miradas
técnicas o políticas, si no se hace desde “abajo”, desde la propia gente, sus
necesidades, sus inquietudes y su propia visión de la salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario