sábado, 28 de septiembre de 2019

Luis Valera Pirela

Por la vía de mi hermano de vida Alberto Rondón, acabo de leer un escrito de la Bebeka, compañera de vida de Luís Valera, a propósito del primer año de su muerte. 

Estaba en deuda con Luís. Este blog, dedicado al tema de la intersubjetividad  en la gestión pública, tiene un buen número de referencias a la muerte de seres queridos y admirados por nosotros en nuestra carrera pública y en nuestra vida familiar y afectiva. Forma parte de la intersubjetividad la vida y la muerte, el afecto, la alegría, la tristeza y la lucha en común. Nos tocó vivir un corto tiempo cerca de Luís, trabajamos, luchamos y soñamos juntos.

Sabía que Luís había muerto en su casa, luego de una estadía muy dura en el Hospital Central de Maracay. En esos días me comuniqué con su eterno amigo Oscar Feo y transmití a través de él mis condolencias. No conocía los detalles  de esos días. La Bebeka los describe de forma impresionante, aunque no nos extrañan tantos problemas en nuestro sistema de salud al cual, con Luís le dedicamos nuestra vida con nuestros aciertos y errores.

Conocí a Luís en Maracay entre 1996-1999, en que acompañamos a Oscar Feo en su gestión al frente de CORPOSALUD Aragua.

Está demás decir que fue un profesional, luchador social y académico integral, de quien lo que más me impresionó fue su impresionante creatividad y capacidad gerencial. Cuando lo conocí era Director Centro Clínico La Morita, antiguo ambulatorio, convertido en nuevo modelo de gestión del sistema de salud descentralizado. Fue creador de la sala de parto de Turmero, referencia nacional para atención de partos de bajo riesgo,  entre otras iniciativas creativas de la época del comienzo de la descentralización de la salud en el País.

Formábamos parte con él de un equipo estratégico de CORPOSALUD, dirigido por Oscar, entre los que estaban también Gilberto Rodríguez Ochoa y Humberto Trejo, ambos fallecidos. Nos reuníamos en casa de la mamá de la Bebeka, en lo que Luís llamó con su buen humor incorregible, si mal no recuerdo "El Mesón del Guayabo". En el patio de la casa, debajo de un Guayabo.  Allí durante esos casi tres años pasábamos noches alegres, compartiendo, tomando, comiendo, discutiendo, analizando y evaluando las estrategias a seguir en la gestión de Oscar en CORPOSALUD.

Entiendo que Luís fue un hombre de orígen humilde que, si no me equivoco, nació en Sabana de Mendoza y que muy jóven se fue al Zulia, donde estudió.

Formamos parte del mismo equipo de  gestión en Aragua el y Oscar, amigos y luchadores inseparables en la vida, la Universidad, la Salud Pública y otros venidos de otras regiones que coincidimos con ellos en esa gestión.

Es doloroso lo descrito por la Bebeka. Ella como compañera de vida lo vivió con él. Hasta en eso Luís fue un testimonio de vida, donde queda clara la situación que vive nuestra Salud Pública, por la cual hoy más que nunca hay mucho por hacer, enderezar y reconstruir. Luís no verá la recuperación. Nosotros, ya viejos muy probablemente tampoco. Pero ello no invalida para nada el esfuerzo realizado por Luís y mucha gente anónima por un Sistema de Salud digno para nuestro pueblo

Seguimos en deuda Luís... la lucha continúa