jueves, 3 de abril de 2014

Salud Colectiva vs Salud Pública. Una mirada retrospectiva



Desde hace muchos años nos hemos planteado la relación de la medicina con la realidad social y política de nuestro país, siempre en plan crítico para profundizar nuestros conocimientos y transformar nuestras prácticas. En principio, hacia finales de nuestra formación de pregrado (años 70), cuestionábamos que nuestra formación académica era muy escolástica, con poca relación con la práctica hasta bien adelantada la carrera y con muy poca o ninguna relación con la realidad social.

Creamos hacia el final de nuestra carrera médica el Movimiento en Defensa de la Salud Pública (MDSP), que intentaba vincular a los estudiantes de los primeros años con la práctica médica y con la sociedad, particularmente, los más pobres. Surgió de allí una iniciativa que denominábamos “práctica social de la carrera”, mediante la cual los estudiantes de los primeros años, de la mano de los más adelantados y de los ya graduados y comprometidos con esta visión, se relacionaran desde el principio de sus estudios en ciencias de la salud, con los problemas reales de salud y con la realidad social de nuestra gente. Esa propuesta tuvo mucha receptividad en los estudiantes de los primeros años.

Más adelante, luego de una etapa de práctica social y política en el Sur del Lago de Maracaibo, que alcanzó más de una década, regresamos a la Salud Pública, desde la Alcaldía  y el Distrito Sanitario El Vigía, edo. Mérida. En el inicio de nuestra formación de postgrado en salud Pública (años 90),  nos encontramos tardíamente con el concepto de Atención Primaria de Salud (APS) desarrollado por la OMS a finales de la década de los setenta en la Declaración de Alma Ata.

Esto nos permitió proponer iniciativas comunitarias y políticas, tendentes a trabajar el tema de la salud directamente con las comunidades afectadas y con la participación de las fuerzas sociales y los distintos niveles de gobierno que confluían en esa ciudad.

De allí nos fuimos a Caracas, a continuar nuestra formación en Salud Pública y nos encontramos con los aportes de varios latinoamericanos en lo que se llamó el movimiento de Medicina Social, entre los cuales nos encontramos con los aportes de Pedro Luís Castellanos, Edmundo Granda, Jaime Breilh, entre otros. Profundizamos en el tema de Salud y Condiciones de Vida de Castellanos y nos incorporamos al intento de reforma sanitaria, que impulsaron Carlos Walter, Oscar Feo, Gilberto Rodríguez Ohoa y Francisco Armada, entre otros, siempre en el intento de cuestionar la práctica de la salud Pública, para transformarla y hacerla más acorde con la realidad sociopolítica de nuestro país.

Allí estudiamos los escritos de la denominada Crisis de la salud Pública, a la vez que hacíamos intentos prácticos en niveles nacional y regionales, con resultados alentadores, pero no concluyentes. Nunca pudimos alcanzar la anhelada transformación de la Salud Pública, que considerábamos y consideramos aún, se requiere en nuestros países, para un mejor abordaje de nuestras realidades sanitarias, sociales y políticas.

Y en ese transitar nos encontramos con   el Movimiento de Salud Colectiva (año 2005), desarrollado en América Latina desde los 90, como una nueva manera de cuestionar la práctica tradicional de la salud Pública y de todos sus intentos posteriores. Hoy seguimos intentando superar las visiones limitadas que la Salud Pública ha tenido de la salud y la vida, tratando de superar las visiones medicalizadas, “enfermológicas”, mercantilistas y burocráticas desde un hiperestado que de manera vertical se aleja de las necesidades e inquietudes propias de la gente en su vida cotidiana.

Granda propuso que pasáramos de la Salud Pública a los Públicos por la Salud. Ha sido un camino difícil porque la anhelada participación de la gente en la confrontación de sus propios problemas de salud, no se ha logrado a pesar de tanto que se ha escrito sobre ella. Pero definitivamente no será posible transformar la Salud Pública y sus miradas técnicas o políticas, si no se hace desde “abajo”, desde la propia gente, sus necesidades, sus inquietudes y su propia visión de la salud.