lunes, 26 de noviembre de 2012

EL ABC DE LA INTERSUBJETIVIDAD


La gerencia o administración pública y las ciencias sociales:


La gestión pública, denominada en principio como administración pública y luego como gerencia pública, ha pasado por diferentes etapas en la historia, que no son casuales. Se trata de una labor profundamente afectada por la acción social que implica la relación interhumana, máxime si se trata del área social de la gestión pública donde el “objeto” de trabajo no es un objeto sino un sujeto individual y colectivo, es decir, en el área de infraestructura por ejemplo el asunto es transformar materiales de construcción (cemento, cabillas, etc.) en obra material para fines sociales, pero en el área social de la gestión pública se trata de atender, mejorar, transformar personas en función de sí mismas como colectivo social. “personas que cuidan de personas” reza un slogan de una aseguradora privada.


Por estas razones desde siempre la labor gerencial o la función de dirigir, por mencionarla de una manera, estuvo ampliamente influida por las ciencias sociales. La sociología, la antropología,  la psicología, las ciencias políticas, etc. han sido disciplinas siempre aludidas cuando se trata de la labor gerencial en general y más aún si se trata de la gestión pública.


Pero las ciencias sociales en sus inicios fueron fuertemente influidas por la lógica de las ciencias naturales y los conceptos sociales de las primeras épocas eran tan “duros” como la matemática, la química, la física y la biología. Donde todo está predeterminado y donde de lo que se trata es de “entender” o “explicar” los fenómenos a través de teoremas, fórmulas o determinaciones biológicas establecidas.


Por ello los conceptos para la gestión pública fueron siempre establecidos como herramientas instrumentales para el manejo de asuntos o situaciones predeterminadas que mientras más “técnicamente” se maneje, es decir, con mayores conocimientos tecnocientíficos, más sencilla es. Es por eso que frecuentemente el gerente o gestor público, cuando se enfrenta con los avatares de la política, suele decir, “yo no soy político, yo soy técnico”. La primera disciplina que invadió la gestión pública fue la administración, hasta el punto de que el ámbito público fue denominado desde entonces como “administración pública”.


Esto se hizo más patente desde que se inicia la era informática y el ser humano consideró más aún que toda intervención humana puede ser manejada y controlada por máquinas que han llegado a ser supuestamente tan inteligentes o más, que el ser humano.


Nada más apartado de la realidad. Los asuntos interhumanos desde siempre le han planteado a los líderes o gerentes, desafíos, donde los conocimientos técnicos y científicos “duros”, no le han sido suficientes y desde un principio comenzó a expresarse una versión “blanda” de la ciencia social que pugnaba con la ciencia natural por explicar o contribuir a comprender situaciones complejas de manejar. La teoría de las relaciones humanas fue una de las primeras expresiones de esta lucha.


Luego surgió la planificación como disciplina que también se hizo insuficiente para abarcar toda la complejidad de la gestión pública. La planificación que surgió como disciplina para flexibilizar la visión administrativista, rápidamente se convirtió en una disciplina para especialistas elaboradores de libros-planes, lo cual impidió superar las limitaciones que se quisieron superar y de allí por la influencia de aspectos de otras ciencias sociales, particularmente las ciencias políticas surgió la denominada planificación estratégica o planificación situacional, muy influida por el marxismo, tratando de ser más abarcativa y centrándose en el intercambio y/o confrontación de actores con poder, pero en nuestra opinión esta también se instrumentalizó.


Surge el llamado Pensamiento Estratégico, que comienza a rescatar la visión de las ciencias sociales de la escuela de Frankfurt, sobre todo Habermas lo cual pone en primer lugar el tema de la interacción humana en escenarios de poder fragmentado, donde ya se supera la visión estratégica de confrontación con base en el poder acumulado por los diversos actores, en función del éxito y agrega el concepto de la acción comunicativa, ya no orientada al éxito sino al entendimiento. Habermas habla de acción instrumental como una acción no social (es decir de un sujeto con un objeto) y de acción estratégica (orientada al éxito) o acción comunicativa (orientada al entendimiento), como formas de acción social, es decir entre sujetos.


De aquí nos fuimos por la revisión de las nuevas teorías sociales, que Giddens llama “sociologías comprensivas”, que nos llevaron entre otras, a la hermenéutica moderna y a la ética como aspectos fundamentales del tema gerencial de lo público.


El tema ético:


Es conocida la expresión “ponte en su lugar” que describe Fernando Savater en su libro Ética para Amador, donde lo explica con una situación imaginaria que le ocurre a Robinson Crusoe en su confinamiento forzado en una Isla desierta, cuando se consigue con una huella humana:  


“…Ante los elementos o las bestias, Robinson ha podido comportarse sin atender a nada más que a su necesidad de supervivencia. Se trataba de ver si podía con ellos o ellos podían con él, sin otras complicaciones. Pero ante seres humanos la cosa no es tan simple. Debe sobrevivir, pero ya no de cualquier modo. Si Robinson se ha convertido en una fiera como las demás que rondan por la selva, a causa de su soledad y su desventura, no se preocupará más que si el desconocido causante de la huella es un enemigo a eliminar o una presa a devorar. Pero si aún quiere seguir siendo un hombre... Entonces se las va a ver no ya con una presa o un simple enemigo, sino con un rival o un posible compañero; en cualquier caso, con un semejante.

Mientras está solo, Robinson se enfrenta a cuestiones técnicas, mecánicas, higiénicas, incluso científicas, si me apuras. De lo que se trata es de salvar la vida en un medio hostil y desconocido. Pero cuando encuentra la huella de Viernes en la arena de la playa empiezan sus problemas éticos. Ya no se trata solamente de sobrevivir, como una fiera o como una alcachofa, perdido en la naturaleza; ahora tiene que empezar a vivir humanamente, es decir con otros o contra otros hombres, pero entre hombres. Lo que hace <humana> a la vida es el transcurrir en compañía de humanos, hablando con ellos, pactando y mintiendo, siendo respetado o traicionado, amando, haciendo proyectos y recordando el pasado, desafiándose, organizando juntos las cosas comunes, jugando, intercambiando símbolos...”
Fernando Savater. Ética para Amador


La ética pone en el tapete una visión más horizontal que la clásica visión estratégica que mide a las personas o grupos por el poder acumulado en juego en los escenarios sociales. Acá se colocan a todas las personas en condiciones idénticas de “semejantes”, lo cual se contrapone a la visión jerarquizada y desigual de una confrontación o alianza por el logro de objetivos diferentes, contrapuestos la mayoría de las veces.  


Explicar vs comprender:


Surge el concepto de comprensión en las nuevas ciencias sociales, en contraposición a la explicación científica naturalista, que en sus inicios también fue adoptada por las ciencias sociales. Según las ciencias naturales, se trata de “entender” o “explicar” fenómenos predeterminados que existen en el universo y que mediante preceptos científicos son conocidos por los expertos en contraposición a la visión del lego que funciona sólo con su sentido común, el cual no llega a explicar la esencia del fenómeno.


Las nuevas ciencias sociales plantean el término comprensión (verstejën), para fenómenos cuyo abordaje no es suficiente con una explicación naturalista, ya que los mismos son indeterminados o impredecibles y exigen una visión que considere la mirada o versión del lego como actor fundamental de su propio problema, fenómeno o situación.


En los fenómenos sociales, al concepto de sentido común se le contrapone el de saber mutuo, según el cual el saber del lego es un saber pertinente que debe ser considerado por el experto a la hora de abordar los fenómenos sociales. De allí surge el concepto de hermenéutica cero para el saber del lego y hermenéutica 1 para el saber del experto, con el criterio de que la hermenéutica 1 no puede avanzar sin considerar la hermenéutica cero del lego, actor protagonista del hecho o fenómeno social, con una capacidad comprensiva tan válida e importante como la del experto.


Lo estratégico vs lo intersubjetivo:


Conceptos como estos nos llevaron a confrontar la visión estratégica, como versión que sólo se maneja en términos de confrontación entre planes u objetivos diferentes, manejando las cuotas de poder acumuladas por cada actor, con la versión intersubjetiva más allá de lo meramente estratégico, que se plantea la pertinencia de los planes, objetivos o intereses de los otros actores, donde el escenario no sea sólo de confrontación o de utilización de unos por otros (aliados) para los objetivos propios y donde el poder acumulado no sea el único y ni siquiera el principal factor en juego para el establecimiento de una relación social.


Un ejemplo:


En una ocasión nos encontrábamos como parte del equipo de gestión en un escenario público del ámbito estadal de salud. Se plantea el problema de las relaciones laborales con los diversos grupos humanos que confluyen en el sector salud. Había entonces diversos grupos que luchaban por sus intereses y reivindicaciones laborales: obreros, médicos, enfermeros, técnicos radiólogos, bioanalistas etc. Al debatir sobre los distintos grupos y los diversos escenarios,  un actor clave del equipo opinó enfáticamente algo así: “con las enfermeras no tenemos problemas, con ellas no hay que ceder ni tomar mucho en cuenta sus reclamos o aspiraciones, porque se trata de un gremio que no tiene poder”


Ese es un ejemplo típico de definición de estrategias de gestión en un escenario donde surgen intereses de grupos que forman parte de la gestión, las cuales se define en función del poder que el grupo pueda tener en la opinión pública, en su capacidad de movilización, su conocimiento técnico o en relación a su lugar en el proceso social de que se trata y nunca en función de su condición humana o de la pertinencia o no de sus intereses.


Recordemos que la visión estratégica surge del pensamiento militar, de la guerra y luego se ha trasladado a otros espacios, como el deporte, la política y los negocios por ejemplo. El asunto es que en estos escenarios típicos, siempre hay un ganador y un perdedor y el ganador siempre será el más fuerte en cuanto a acumulación de poder y a capacidad o habilidad estratégica para lograr el éxito. 


En muchos de los escenarios de gestión pública, estos conceptos son válidos y necesarios, pero si nos “estrategizamos” más de la cuenta, vamos instrumentalizando también las relaciones interhumanas y podemos terminar deshumanizándonos


Conclusión apresurada:


El punto no es que la tecnocracia sea dañina en sí misma. Obviamente el conocimiento científico de las llamadas ciencia duras, es un componente muy importante y valioso en la gestión social.


Tampoco es que la confrontación estratégica por intereses diferentes o contrapuestos y basada en el poder y fuerza desigual, no sea válida. Por supuesto hay momentos, escenarios y problemas sociales donde esa mirada es válida y hasta necesaria.


La propuesta que defendemos es que no todo está tan determinado y tan definido como para actuar instrumentalmente manejando con experticia equipos o conocimientos “duros” o “manipulando” actores con diversas cuotas de poder. Hay muchos escenarios, fenómenos o problemas, donde los intereses, cursos de acción o posibles salidas no siempre están reducidas a la dominación de unos por otros o al éxito o logros de los objetivos a cualquier costo. Muchas veces uno admite el triunfo del otro o acepta la derrota o se logran objetivos parciales de todos, según se trate el problema y el tipo de actores en juego. Muchas veces quien tiene menos poder estratégico es el que éticamente está en lo correcto. Así que el tema intersubjetivo, comunicativo, de entendimiento o la herramienta comprensiva terminan siendo más importantes y válidos que las expresiones verticales unilaterales, que implican tener muchos recursos de poder o  conocimientos técnico-científicos deterministas. Son diversos los factores que confluyen en un fenómeno o situación social para reducirla al conocimiento instrumental e incluso a los recursos de poder en la relación estratégica



Otro ejemplo clásico:


Es conocida la leyenda del rey Salomón cuando dos mujeres se disputaban la maternidad de un niño y este ordenó partir al niño en dos para darle a cada una mitad. Una de ellas estuvo de acuerdo en partirlo en dos, la otra, la verdadera madre, prefirió que se lo dieran a la otra mujer, para que el niño viviera. 


En la guerra, en la  política o en el juego, el éxito, el triunfo de una de las partes es el hecho fundamental. Pero el triunfo no debe ser a cualquier costo. Incluso hay situaciones, escenarios, momentos o asuntos en la gestión pública donde no necesariamente el triunfo o el logro del objetivo o meta planteado es la única vía posible. Hay múltiples y variadas posibilidades en las que pueden surgir salidas o soluciones donde no necesariamente el actor más fuerte o más hábil logra el éxito total y ya. De acuerdo a la naturaleza del asunto o problema otras muchas posibilidades pueden surgir como válidas, más allá el éxito absoluto de una de las partes.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Edgar Morín. Mis Demonios

Entre nuestras búsquedas dentro de la teoría social, de argumentos para conciliar lo objetivo propio de la ciencia natural, con la vida real imposible de encasillar en el naturalismo, uno de los autores que estudiamos buscando nuevas y más abarcativas interpretaciones en la ciencia social, fue Edgar Morín. Presentamos aquí una síntesis de uno de sus libros que más nos influyó: MIS DEMONIOS


-   Yo había hecho desde mi adolescencia, la molesta experiencia de esos encuentros en los que mis interlocutores, pensando con toda naturalidad que comparto sus ideas y sus sentimientos, me anexionaban sin vacilación alguna a su connivencia. Pero sólo en 1974 nació, de este malestar, el proyecto de un libro cuyo título se me ocurrió enseguida: No soy de los vuestros
-   Cuando estamos decididos a tomarnos en serio la verdad y a seguir nuestra conciencia, es muy difícil ser del propio partido sin ser un poco del otro
-   Mientras los marxismos oficiales eran exclusivos y excluyentes, mi marxismo fue y siguió siendo integrador, y no me apartó de ninguna escuela de pensamiento
-   La idea de que las consecuencias de la acción escapan a las intenciones de sus iniciadores ha estado desde entonces omnipresente en mi espíritu, y la he teorizado como ecología de la acción
-   Escribí en otra parte que yo estaba animado por lo que el tao denomina el espíritu del valle: “que recibe todas las aguas que en él se vierten”. Pero no me veo como un valle majestuoso; me veo más bien como una abeja que se ha embriagado libando de mil flores para hacer, con todos los pólenes distintos, una sola y misma miel
-   He hecho estudios diversificados y he adquirido una policompetencia. He seguido aprendiendo, más allá de los estudios, en la dirección de mis curiosidades. Me he dejado interpelar por los acontecimientos y he cuestionado mi modo de pensar cada vez que el acontecimiento lo contradecía
-   Me forjé una cultura que nunca se ha cerrado… No por acumulación sino por diversidad y multifocalidad; no aditivamente, sino buscando los nudos estratégicos de conocimiento que controlan vastos sectores, las articulaciones que permiten conectar lo separado, y eso para permitir a todos, a cada uno, y en primer lugar a mi mismo, intentar huir de la ceguera parcelaria y de la ignorancia respetuosa
-   No he dejado de estar sometido a la presión simultánea de dos ideas contrarias que me parecen, la una a la otra, igualmente ciertas, lo que me lleva una veces a ir de la una a la otra según las condiciones que acentúan o disminuyen la fuerza de atracción de cada una, otras a aceptar como complementarias estas dos verdades que, sin embargo debieran, lógicamente, excluirse la una a la otra
-   Al mismo tiempo, mi concepción de la “ecología de la acción” no sólo introduce la incertidumbre, sino también la contradicción en cualquier acción ética o política. Sin embargo, sé cada vez más que podemos responder a las incertidumbres con la estrategia, y a las contradicciones con la apuesta
-   Siempre he sido derechista/izquierdista:  derechista en el sentido de que experimento el imperativo de respetar las libertades y no violentar la sociedad; izquierdista en el sentido de que estoy convencido de que es necesaria una radical transformación de las relaciones entre los seres humanos
-   Sé que desconfío de los aprendices de brujo revolucionarios pero no me fío tampoco de los resignados y de los pragmáticos del día a día. Sé que es preciso conservar y revolucionar al mismo tiempo
-   Para mí, el pensamiento que vive es el que se mantiene a la altura de su propia destrucción. Casi instintivamente, ante cualquier idea, busco su contraria. Vivo sin cesar el asalto de verdades contrarias, de imperativos contrarios. A veces puedo superar/desplazar la contradicción. Hallando un meta-terreno o un meta-punto de vista. De lo contrario, hago una elección y una apuesta
-   Mi problema es, continuamente, salvar la tolerancia en el seno de la fe (la esperanza), salvar la fe (la esperanza) en el seno de la tolerancia. Esta dialógica, fruto de lo que de más profundo y, al mismo tiempo, más contradictorio hay en mí, nunca se ha detenido, ni siquiera en el centro de mi adhesión al comunismo estalinista; nunca he sido un fanático
-   Gracias a la dialéctica podíamos asimilar, digerir algunas tonterías, algunas cazas de brujas, algunos miles de muertos, algunos centenares de miles de concentracionarios, podíamos cargarlos en “pérdidas y ganancias” como lo muertos inocentes de los bombardeos aliados, la población de Hiroshima, las inocentes víctimas de nuestra Liberación, o endosárselos a la razón astuta de Hegel. Pero llegaba un momento en que esta razón se nos hacía absurda y nos veíamos desbordados por un asco irremediable. El exceso de mentira, de estupidez, de crueldad quebró, al mismo tiempo, la racionalidad y la moralidad del sistema en mi consciencia
-   Habíamos sentido por nosotros mismos, en un postrer momento, lo que Solzhenitsin, más tarde, formularía claramente como primer imperativo: “no participar en la mentira”
-   No retiré mi carnet aprovechando mi cambio de domicilio… pero no me atrevía a romper abiertamente con el partido. La cosa duró tres años, durante los que el partido ignoró que yo no era ya de los suyos
-   Fui desgraciado un día completo, huérfano, y luego me sentí aliviado para siempre: libre. En adelante, nunca subordinaría mi moral a un devenir histórico y progresivamente, iba a convertirme a la idea de resistencia contra la mentira política
-   Así pues, después de la doble ruptura (la procedente del interior de mi mismo y la procedente del interior del partido), no busco ya solución por una nueva integración de la ética en una filosofía totalizante. Llegué incluso, rápidamente, a la idea de que no existe tal solución
-   … la autocrítica nos exige que evitemos la condena perentoria, irremediable, como si uno mismo no hubiera conocido nunca el desfallecimiento ni hubiera cometido errores
-   Llevamos en nosotros mismos personalidades potenciales que algunos acontecimientos o accidentes pueden actualizar. .. El ejercicio incontrolado del poder puede “enloquecer al prudente” (Alain) pero puede volver prudente al loco, y dar genio al mediocre, lo que ocurrió con Hitler y Stalin
-   Hay una primera tolerancia… que nos obliga a respetar el derecho a proferir una frase que nos parece innoble
-   La segunda tolerancia es inseparable de la opción democrática: lo propio de la democracia es nutrirse de opiniones diversas y antagónicas
-   La tercera tolerancia…lo contrario a una idea profunda es otra idea profunda(Böhr)… hay una verdad en la idea antagónica a la nuestra, y esta verdad debe respetarse
-   … algún día los guerreros y, sobre todo, sus jefes se cansarán, pero yo seguiré preguntándome: ¿qué ha sido de mis amigos?
-   Al igual que por un Dios, podemos vivir y morir por una idea. Las ideas nos manipulan más de lo que las manipulamos. Al servicio de la idea, las palabras adquieren poder de vida y muerte. Quienes, al mismo tiempo, están poseídos por una idea y poseen de un poder, tienen la oportunidad de liberar  lo más monstruoso que hay en ellos, el goce de torturar entre otras cosas
-   Las circunstancias excepcionales de guerra o revolución son tornados que arrastran los destinos y actualizan potencialidades que, de lo contrario, nunca habrían visto luz. Al mismo tiempo, a menudo, la aparición de lo inesperado y lo impensable altera el juicio y el diagnóstico
-   ¿Cuántos de los que, al principio, querían ponerse al servicio de la humanidad, combatir la explotación del hombre por el hombre, se convirtieron en Torquemadas fanáticos, cretinos políticos y monstruos de insensibilidad, asesinos de hecho o en potencia?
-   La comprensión debe preceder al juicio, y también a la condena. Comprender: esta palabra sobresalta enseguida a aquellos para quienes sería preciso tener miedo a comprender por miedo a excusar. Sería, pues, preciso no querer comprender nada, como si la inteligencia supusiera un horrible vicio, el de conducir a la debilidad, a la abdicación
-   Quienes no quieren comprender condenan la comprensión por sus consecuencias, es decir porque impediría la condena. La comprensión tiende, en efecto, a impedir el castigo físico, pero no impide la condena moral porque favorece el juicio intelectual
-   La comprensión ni excusa ni acusa. Comprender es comprender el por qué y el cómo se odia y se desprecia. Así como comprende Salman Rushdie por qué el fanático quiere matarle
-   Comprender al fanático que es incapaz de comprendernos, es comprender las raíces, las formas y las manifestaciones del fanatismo humano
-   La ética de la comprensión exige argumentar, refutar, en vez de excomulgar y anatematizar
-   Durante decenas de años, el carácter concentracionario de la represión estalinista y el masivo número de muertos que provocó, que superaban, en el tiempo y en la cantidad, el número de muertos en campos hitlerianos, fueron ignorados, negados, relegados al rango de innobles calumnias, no sólo por militantes fanatizados, sino también por grandes científicos y grandes escritores, no sólo comunistas sino también “enamorados del progreso”. Ese horrible negacionismo se negaba a considerar documentos o testimonios, pretendía que los campos eran de educación y rehabilitación, afirmaba que las únicas víctimas era criminales y espías
-   La palabra traidor impide reconocer el error, el descarrío, las ideologías, las derivas
-   … No se si utilicé la palabra traidor en el artículo del que he hablado, pero nunca más la he pronunciado ni la he escrito, y tanto más cuanto el Partido iba a abusar de esa palabra no sólo para designar a los colaboracionistas… sino también a todos aquellos que, por escrúpulos o por honor, osaban resistirle
-   Distingo y opongo una ética de los tiempos de combate (o de lucha a muerte) y una ética del post-combate, de los tiempos de paz
-   El estalinismo y los revolucionarios nacidos del leninismo no querían conocer esta distinción e imponían, en todo tiempo, una moral de guerra, es decir una moral sin clemencia ni misericordia
-   … respuestas para las incertidumbres de la acción: la meditada elección de una decisión, la consciencia de la apuesta, la elaboración de una estrategia que tenga en cuenta posibles azares, la modificación de la estrategia durante la acción y, eventualmente, el torpedeo de la acción que haya tomado un curso nocivo
-   …contradicciones éticas… conflictos de deberes. Tenemos un deber egocéntrico en el que cada uno es para sí mismo, centro de referencia y de preferencia, y que nos es necesario para vivir. Tenemos un deber genocéntrico en el que los nuestros, progenitores y progenitura, familia y clan, constituyen el centro de referencia y de preferencia. Tenemos un deber sociocéntrico en el que nuestra sociedad se impone como centro de preferencia y referencia. Y tenemos, en fin, el deber inducido por esta ética frágil y tardía que es antropocéntrica, y que emerge primero de las grandes religiones universalistas antes de afirmarse en las ideas humanistas
-   ¿debemos sacrificar el bien común en beneficio del bien particular de nuestros seres queridos o, a la inversa, debemos sacrificar el bien de nuestros seres queridos al bien común? El bien común corre el riesgo de ser abstracto y, sobre todo, podemos engañarnos sobre el bien común como lo hicieron tantos abnegados militantes que creyeron luchar para emancipar la humanidad cuando contribuían a su esclavitud… El bien singular de nuestros íntimos es ciertamente concreto, pero sin embargo podemos engañarnos sobre sus verdaderos intereses. Corre, sobre todo, el riesgo de encerrarnos en nuestra pequeña comunidad y hacernos indiferentes a todos los problemas que le sean exteriores.
-   … conminaciones antagónicas entre preservar lo inmediato y preservar el medio plazo… Al igual que el principio hipocrático nos dice que cuidemos en profundidad las causas de la enfermedad, y no sus síntomas –salvo en caso de peligro mortal, cuando es preciso preocuparse primero de los síntomas-, debemos inscribir en el tiempo nuestros deberes éticos, consagrándonos por completo a lo inmediato en caso de peligro muy grave
-   … otro antagonismo, entre la audacia y la prudencia. ¿Hasta dónde podemos mostrarnos audaces, a riesgo de perderlo todo, o prudentes, a riesgo de no lograr nada?. También aquí es preciso elegir y apostar
-   Está el antagonismo entre el imperativo hipocrático de luchar hasta el final contra la muerte y el imperativo de terminar con sufrimientos vanos o liberar a las familias de un cadáver viviente
-   … no se pueden desglosar ni confundir ética y política. La ética suele necesitar una estrategia, es decir una política, y la política plantea el problema de los medios y los fines éticos
-   El conflicto entre la ética y la política aparece cuando hay antagonismo entre una ética de principios que, al no poder engranarse en la realidad, se convierte en un angelismo, y un realismo político sin principios que acepta todos los hechos consumados
-   El antagonismo clásico entre la ética y la política puede adoptar la forma de una oposición absoluta, como entre Antífona y Creonte. Pero también puede conducir a diversos compromisos en los que la ética intente pactar con la fuerza o utilizarla para sus fines. También aquí la ética se ve remitida a la elección, a la apuesta, a la estrategia
-   Reconozco la inevitabilidad del conflicto entre la batalla política y la comprensión. Pero es posible comprender al adversario combatiéndole. Y, sobre todo, pretendo que debemos salvar siempre la comprensión, pues sólo ella nos convierte en seres lúcidos y éticos a la vez
-   Debemos resistir la lógica política que sólo discierne enemigos que deben ser combatidos y abatidos. La ética tiene como misión resistir el carácter implacable que adopta la política entregada a sí misma
-   … la auto-ética que adopto no enuncia una norma arrogante ni un melodioso evangelio; enuncia el enfrentamiento con la dificultad de pensar y vivir. Si fuera necesario un término que pudiera englobar todos sus aspectos, le daría, a fin de cuentas, el siguiente sentido: es la resistencia a la crueldad del mundo
-   La “concepción sintética de la vida” afirmaba la resolución de vivir en varios planos, de no permitir que el marxismo invadiera todo el campo mental, el comunismo todo el campo existencial. No sólo suponía proveerse de zonas libres de poesía, literatura y pensamiento, sino también salvar la vida privada
-   Puedo y quiero fundar mi filosofía en el mensaje de la democracia y en el de los filósofos de Atenas, y no en el de las Tablas de la Ley
-   … los fanáticos abstractos de lo universal, los bolcheviques
-    Y siento que un casi-instinto me empuja hacia el humillado, el indio, el negro, el palestino
-   Estoy con los vencidos. Sé que, cuando los vencidos sean vencedores, serán como los vencedores. No basta haber sido perseguido para tener por siempre carta blanca. El papel de víctima lleva, con frecuencia, al de verdugo
-   Me abrumó… el comportamiento de los comunistas que sufrieron campos nazis, pero que no cuestionaron el principio de campo de concentración para los “anticomunistas”
-   Diré incluso que, para mí, el pensamiento complejo es el estadio supremo del marranismo (la preocupación de integrar puntos de vista distintos y a veces antagónicos, incluidos el punto de vista de la racionalidad, el misticismo, de la fe)
-   … pero como aquello animales que han sobrepasado ya los años plásticos de la juventud y no pueden ser ya domados, yo había perdido la facultad de ceñirme a unos horarios, a un programa, a las clases, y cualquier funcionarización me parecía, entonces, invivible
-   Viví un año en el paro y sufrí humillación con respecto a mí mismo, con la vergüenza de no poder alimentar a mis dos niñas y con la desesperación de no poder encontrar, nunca, mi inserción en la sociedad
-   … Nuestra disidencia cultural en el seno del Partido reforzaba nuestra unión. Teníamos una misión sagrada, de la que Vittorini nos había dado su primer sentido: el frente de la cultura no puede confundirse con el frente de la política. Y habíamos descubierto, juntos, su segundo sentido, más profundo: la resistencia a la mentira y a la ignominia
-   Yo había apartado ya de mi vida a quienes se empeñaban en apartarme
-   Permanecí en hibernación política hasta 1955. Seguía siendo “revolucionario”, pero la palabra cambiaba de sentido para mí
-   … las doctrinas rechazan, apartan, anestesian, matan el acontecimiento que las molesta
-   Pensaba cada vez más que era saludable interrogarse y dejarse interrogar por el acontecimiento. Cada vez más me interesaba más comprender cómo una crisis, pequeña o grande, hacer brotar del subsuelo una realidad invisible hasta entonces
-   La experiencia humana del terreno, por el trato, la inserción, la vida en común (y no a través de cuestionarios), el deseo de acercarse a los seres, de cederles la palabra, me demostraban una vez más que los individuos no son cretinos sociológicos, ignorantes e inconscientes, sino que llevan en su interior un saber, una experiencia de la vida, una reflexión: acarrean, al mismo tiempo, ignorancias, supersticiones, errores. Pero lo mismo ocurre con el sociólogo, que se cree detentador del verdadero conocimiento y es, propiamente, un cretino sociológico, movido/poseído por fuerzas que le superan
-   Me he convertido de nuevo en algo que no tiene nombre: ni filósofo, ni sociólogo, ni científico, ni escritor… No quepo en rúbrica alguna, en ningún compartimento. Sufro el renovado odio de los parcelarios y los disciplinarios
-   ... Salvar las verdades aisladas del error que reside en su propio aislamiento, articulándolas con otras verdades incluso antagónicas
-   Retuve también, de Marx, la idea de que las disciplinas (economía, psicología, sociología, historia) sólo eran categorías de utilidad limitada, y que era necesario aprehender los problemas atropo-sociales en su multidimensionalidad
-   La crítica de la dialéctica intemperante que “superaba” siempre las contradicciones en “síntesis”, me llevó a reconocer el carácter irreductible de las contradicciones fundamentales que encuentra nuestro conocimiento de los mundos físico, biológico y humano… la dialógica (entre instancias antagónicas y complementarias al mismo tiempo) comenzó a ocupar el lugar de la dialéctica
-   … pese a mi inclinación, debo rechazar las decisiones del poder, de la fuerza, del éxito
-   Adopté, creo que irrevocablemente, una ética de la resistencia contra el hecho consumado y, más ampliamente, contra las barbaries de nuestro tiempo
-   … el hombre no se define ya sólo ni principalmente por la técnica y la razón. Se define también por lo imaginario y la afectividad
-   Del marxismo abierto y sin fronteras pasé al meta-marxismo. Marx no es en absoluto, vomitado a pesar de sus carencias antropológicas, de sus cegueras teóricas, de su inanidad espistemológica. Es sólo una estrella en una constelación en gestación que tomará forma veinte años más tarde. El marxismo es rechazado como doctrina: durante este siglo, ha obscurecido más que ilustrado; se ha convertido, según la frase de Karl Korsch, en “una utopía reaccionaria”
-   Me hice definitivamente autónomo en política. Me siento más eficaz expresando mis ideas con mi firma que tras la etiqueta de un partido
-   El conocimiento clásico creía encontrar la certidumbre en sus fundamentos, en el orden de la naturaleza, en la separabilidad de sus objetos y en la lógica deductivo-identitaria. El conocimiento complejo afronta la incertidumbre, la inseparabilidad y las insuficiencias  de la lógica deductivo-identitaria
-   Ya no hay fundamento único o último para el conocimiento. Ya no hay orden soberano en un universo donde caos, desórdenes y azares obligan a negociar con la incertidumbre
-   El pensamiento complejo tiene la tarea, no de sustituir lo cierto por lo incierto, lo separable por lo inseparable, la lógica deductivo-identitaria por la transgresión de sus principios, sino de efectuar una dialógica cognoscitiva entre lo cierto y lo incierto, lo separable y lo inseparable, lo lógico y lo meta-lógico
-   El sujeto era el residuo irracional de la explicación científica clásica
-   No hay conocimiento “espejo” del mundo objetivo. El conocimiento es siempre traducción y construcción. Resulta de ello que cualquier observación y cualquier concepción deben incluir el conocimiento del observador-concebidor. No hay conocimiento sin auto-conocimiento
-   La apuesta es la respuesta que se impone en la incertidumbre ética y la estrategia es el tramite que se impone en la incertidumbre de la acción
-   ¿Qué es un intelectual? ¿Cuándo nos convertimos en intelectuales? A mi entender, el escritor, el universitario, el artista, el científico o el abogado sólo se vuelve intelectual cuando trata con ensayos, textos en revistas, artículos de periódicos, de modo no especializado y más allá de su estricto campo profesional, problemas humanos, morales, filosóficos, políticos. Entonces el escritor, el filósifo, el científico…, se auto-instituyen intelectuales
-   El término intelectual tiene un significado misionero, divulgador, eventualmente militante. Así, la cualidad de intelectual no está determinada por la pertenencia profesional a la intelliguentsia, procede del uso o la superación de la profesión en y por unas ideas
-   Pero me convertí realmente en intelectual cuando me opuse a que los intelectuales fueran metidos en cintura en el seno del Partido Comunista, porque … defendía la autonomía de la cultura con respecto a la política
-   Fue la primera de las experiencias que me llevaron a comprender que… siempre sería apartado por la izquierda oficial
-   Desde 1956 no he dejado de combatir la vulgata “progresista”, sufriendo las tentativas de liquidación moral e intelectual de los sartrianos y althuserianos. He mantenido la vigilancia antitotalitaria y antiestalinista hasta la caída. Me convertí así en lo que sigo siendo: un intelectual de izquierdas desviacionista entre los intelectuales de izquierdas y que se opone a sus evidencias
-   No dejé de ser independiente, de estar al margen de cualquier partido, aunque participando cuando lo creo conveniente en las ligas, asociaciones o clubes.
-   Pude resistir mentalmente las histerias de guerra que se manifiestan en la estúpida convicción de la invencibilidad o/y en la diabolización del enemigo y la angelización del aliado
-   Ciertamente, mi único y capital error de guerra fue no comprender que Stalingrado podía ser, a la vez, la mayor victoria y la mayor derrota de la humanidad
-   Tras haber evitado ser el militante comprometido que transforma sus ideas en pólvora de cañón, tampoco me convertí en la estrella mediática que vende ideas de gran consumo
-   Las amistades se ajan rápidamente por “razones” literarias o políticas. En el desastre de la amistad subsiste una máscara de camaradería, vínculos de clan. Los islotes fraternos son raros, inesperados