En un momento de nuestra experiencia de Salud Pública de 35 años,
entre 2004 y 2007, nos correspondió coordinar el diseño de un área de Salud
Colectiva para el alto nivel del Ministerio de Salud de Venezuela. Como parte
del mismo, definimos lo que en ese momento denominamos el Proyecto Guía de todo
el diseño. Ese proyecto estuvo dirigido a la reducción de la mortalidad
infantil y materna. Lo denominamos PROYECTO MADRE. Ambos, el diseño del área de
Salud Colectiva y el Proyecto Madre, están reseñados en este blog.
La mortalidad infantil no ha bajado todo lo que tenía que bajar.
Incluso ha subido en los últimos años. En particular la mortalidad de los niños
y niñas menores de un mes (Mortalidad neonatal) se ha mantenido alta. Pero lo
más grave son la cifras de mortalidad materna. La muerte de una mujer por
causas asociadas al parto, es un indicador de grave deficiencia de un sistema
de salud. En nuestro país, la mortalidad materna siempre fue alta, pero en los
últimos años no ha dejado de subir y hoy debe ser una de las más altas del
continente.
Me conseguí este importante reportaje, fechado de Octubre 2017,
publicado por el portal EFECTO COCUYO que refleja dramácticamente lo ocurrido,
más allá de la necesidad de un estudio riguroso del problema y sobre todo de
acciones concretas y efectivas para definitivamente abatir tan graves
problemas.
En el naufragio venezolano no hay "mujeres y niños primero"
La crisis
humanitaria de Venezuela ha empeorado la situación de vulnerabilidad de muchas
embarazadas, cuya principal preocupación es la dificultad para alimentarse
debido a la escasez y el alto costo de la comida. Mientras tanto, el Estado se
limita a cambiar los nombres de los planes de atención materno infantil, todos
los cuales han fracasado por la desarticulación del modelo de salud pública
Barrio Adentro, orientado por la Misión Médica Cubana
30 de
octubre de 2017
-Aló, buenos días, ¿este es el número del
Ministerio de Salud?
-Sí, mi
amor.
-Quisiera saber cómo me puedo comunicar con el
registro que hacen ustedes de las embarazadas, porque llamé al 0800-MATERNO y
dijeron que estaba equivocada.
-¿Sobre
qué es, más o menos? Para ayudarte, madre, cuéntame.
-El registro de mujeres embarazadas, donde las
ayudan…
-De
verdad que me entero de eso ahorita, mami. Te voy a pasar a Programas de Salud,
¿oíste?
Una línea
telefónica gratuita fue una de las ofertas del plan Ruta Materna, el nuevo
nombre que el gobierno venezolano le dio a la estrategia de atención materno
infantil ensayada sin éxito desde hace 11 años. “Vamos a captar a la mujer
embarazada y a su niño para hacerles seguimiento, colocarle sus vacunas al
bebé, que acuda a sus consultas de niño sano… se le van a garantizar los
medicamentos como ácido fólico, hierro y todas las vitaminas necesarias durante
el estado de embarazo”, prometió la viceministra de Salud, Claudia Morón en
agosto de 2015.
“Con solo
llamar al 0800-Materno y registrarse, les llegará vía mensaje de texto cuál es
el centro más cercano a su residencia donde se les va a atender”, explicaba la
funcionaria. Con esto buscaban disminuir los alarmantes indicadores registrados
el año anterior: la mortalidad materna dejó a 438 recién nacidos huérfanos, la
tasa de mortalidad materna alcanzó 72,03 por cada 100.000 nacidos vivos y el
24% de los niños y niñas nacieron de madres adolescentes. Sin embargo, la cifra
ha ido en aumento. En 2015, 456 mujeres murieron por causas relativas al
embarazo y en 2016 fallecieron 756; es decir, un incremento de 65,79%.
-Programas
de Salud, buenos días.
-Buenos días. Disculpe, quiero saber cuál es la
línea telefónica en que se registran las embarazadas.
-Pero… De
verdad que no sabría. ¿Y eso no será con el Ministerio de la Mujer?
La
coordinación de la Ruta Materna es responsabilidad de la Dirección General de
Articulación de Programas, Servicios y Redes de Salud del Ministerio de Salud,
pero también están involucrados otros cinco ministerios: Trabajo, Despacho de
la Presidencia, de la Mujer, de Educación y el de Defensa.
La
articulación de todos los actores seguía siendo el mayor desafío; de ello
dependería el éxito o el fracaso de Ruta Materna. En junio de 2015, cuando el
Ministerio de Salud advirtió la necesidad de una efectiva integración de todos
los planes de reducción de mortalidad materna y embarazo adolescente, aseguró
que participarían un millón 643 mil mujeres más representantes de 44 mil
consejos comunales, así como 1.120 comunas y comités de salud.
La
estrategia de atención materno infantil ha estado y seguiría estando
subordinada a la Misión Barrio Adentro, el modelo de salud pública concebido,
dirigido y ejecutado por cubanos y venezolanos desde 2003. Sin embargo,
transcurridos 13 años, la incorporación de las organizaciones comunitarias en
la prestación de servicios de salud que pretende Barrio Adentro no ha dado los
resultados esperados. A un año del lanzamiento de Ruta Materna no mejoraron los
indicadores. Las estadísticas oficiales revelan que en 2015 murieron 8.812
niños y en 2016 otros 11.466, lo cual implica 30,12% de aumento de la
mortalidad infantil.
“Barrio
Adentro pasó de una etapa de promoción y educación en salud a ser un centro
asistencial de muy mala calidad, a pesar de la inversión de recursos
multimillonarios”, considera José Félix Oletta, quien encabezó la cartera de
Salud a finales de los noventa. La Contraloría General de la República ha
reportado en sus informes anuales de 2011 y 2013 retrasos en la culminación de
1.235 obras en ambulatorios a nivel nacional e irregularidades administrativas.
A pesar de las fallas, el gobierno insiste en profundizar el mismo modelo
cubano de salud pública.
Y las
líneas telefónicas causan confusión.
-¿Aló? ¿Este es el número del Ministerio de la
Mujer?
-Sí, este
es el 0800-MUJER. Somos un servicio adscrito al Ministerio de la Mujer. ¿En qué
puedo ayudarla?
-Quiero saber cuál es la línea telefónica en donde
se pueden registrar las embarazadas, para que las ayuden a programar citas con
Barrio Adentro y…
-Ya te
voy a indicar de qué trata el Plan Parto Humanizado, porque el registro se hace
a través de esta vía. Es un curso que se está brindando a todas las mujeres
interesadas (…) Realmente por los momentos no tiene nada que ver con programar
citas con Barrio Adentro, o con ayudar a las mujeres embarazadas con la parte
económica, o con quizás entrega de ayudas materiales, ni tampoco con
garantizarles el cupo en algún hospital al momento del parto.
Estas
preguntas sin respuestas sobre Ruta Materna contrastan con el reporte que el
Estado venezolano presentó en septiembre de 2016 ante el Consejo de Derechos
Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU). El informe estatal
identifica el Sistema de Captación y Seguimiento Materno Infantil (del
0800-Materno) y a la Ruta Materna como las principales acciones emprendidas
para la prevención de la mortalidad materna e infantil y la promoción del parto
humanizado.
“La
atención integral a las mujeres embarazadas ha sido una prioridad para el
Estado, sin embargo es necesaria una evaluación de los programas (...) para la
rectificación de los puntos críticos”, admite el Estado venezolano en el
informe que hizo para el Examen
Periódico Universal (EPU) de Naciones Unidas. Al año siguiente, solo 19,2% de las embarazadas más
pobres recibieron control prenatal desde el primer mes, de acuerdo con
resultados de la Encuesta
Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (Encovi) a cargo de tres de las
universidades más importantes del país.
En El Valle nació, en El Valle
languidece
Ángely
Díaz fue la última parturienta de la Maternidad Concepción Palacios en el 2017.
El 31 de diciembre, a las 11:25 pm, dio a luz a su segundo hijo; el primero lo
tuvo a los 14 años de edad. Su imagen, junto a su pareja Franyer Cáceres y su
hija Fredyangely, que nació con bajo peso (2,318 kilos), apareció en varios
medios de comunicación, como parte de un ritual de la prensa venezolana: contar
cómo fue el nacimiento del último caraqueño del año.
Ángely,
su esposo y sus dos hijos viven en una zona rural entre las poblaciones de Cúa
y Tácata, en los Valles del Tuy, a más de 60 kilómetros del lugar donde la
muchacha parió. Un pariente les alquiló una casa de bloques sin frisar, a
orilla de la carretera. No tienen cocina, no tienen nevera… Vivir en un lugar
remoto donde no hay servicios de transporte público fue el principal obstáculo
que afrontaron cuando la adolescente comenzó su trabajo de parto.
Con los
primeros dolores, acudió al hospital Dr. Rafael Osío, en Cúa (el más cercano a
su residencia), donde le dijeron que no podía permanecer allí pues no había
anestesiólogo en caso de que fuese necesario practicarle una cesárea, pues ella
había tenido una previamente. En ese centro hospitalario solo alcanzaron a
facilitarle un traslado en ambulancia hacia Caracas. “La ambulancia nos dejó
allí, a las 9:00 pm, sin esperar que nos atendieran… Pero en el Materno
Infantil de Caricuao tampoco pude ingresar porque no había anestesiólogo”,
aseguró.
Un
aguacero aumentó la angustia de la mujer, siempre acompañada por su madre. “Nos
fuimos al Hospital de Los Magallanes de Catia. Tuvimos que pagar 120.000
bolívares a un taxi. Me hicieron un tacto y me dijeron que podía parir, que no
era imprescindible la cesárea, que tenía la pelvis apta. No tomaron en cuenta
la advertencia que había hecho el doctor del hospital Osío sobre la posibilidad
de que el parto se complicara y me tuvieran que hacer una cesárea de
emergencia”, cuenta la joven aceleradamente.
El
periplo continuó el 31 de diciembre: “A las 9:00 de la mañana nos trasladamos a
El Valle, al Materno Infantil Hugo Chávez, y allí también nos dijeron que
tampoco había anestesiólogo. La médico que me atendió dijo que sí había que
prever la posibilidad de una cesárea de emergencia”. Ya era mediodía y a Ángely
no la atendían en la maternidad Hugo Chávez.
En el
Distrito Sanitario número 4, ubicado en El Valle, está la única señal visible
del plan concebido por el Estado con el propósito de asegurar el bienestar de
las embarazadas y de sus hijos. En la puerta de una oficina de aproximadamente
12 metros cuadrados se lee “Ruta Materna”, en letras elaboradas con foamy.
Lucía
Fermozo, directora del referido centro de salud, confirma que allí nació el
plan estatal. La funcionaria admite que la rotación de especialistas ha
afectado negativamente el logro de los objetivos: “Como se han ido médicos han
llegado médicos, pero los que llegan no están bien empapados…”, lamenta.
Antes de
la creación de Barrio Adentro (el plan de salud ideado por los cubanos) existía
una red tradicional de ambulatorios en las comunidades, explica Fermozo y
agrega que las Áreas de Salud Integral Comunitaria que se conformaron en 2008,
todavía no han facilitado la articulación de la base de la estructura: “En la
mayoría de los consultorios tenemos médicos, pero tenemos un déficit de
enfermeras y pocos promotores comunitarios. Nos apoyamos con trabajadores sociales
de la Alcaldía. Con el apoyo del comité de salud y los promotores comunitarios
el médico podrá saber, por ejemplo, cuántas embarazadas hay en la comunidad…”.
Reconoce que esta estructura y estos procedimientos no han funcionado a
cabalidad y que apenas en noviembre de 2017 se comenzó a hacer un nuevo censo
de recursos humanos para identificar las deficiencias.
Richard
Acevedo se incorpora a la conversación y Lucía Fermozo lo presenta: “Este es el
padre y la madre de Ruta Materna. Es el que ha llevado el programa desde que
nació”. Sin embargo, le han cambiado tantas veces la seña, que al preguntarle
cómo funcionaba el Sicasmi, las siglas del Sistema de Captación y Seguimiento
Materno Infantil, paso clave dentro de Ruta Materna, se preguntó: “¿Qué es eso?”.
Acevedo
apenas cuenta con unas tablas de Excel, donde registra los datos de las
embarazadas que acuden al Distrito Sanitario N° 4, entre 22 y 30 al mes, para
luego llamarlas a consultas.
Fermozo
agrega que lo que hace Acevedo, se debería hacer en los otros tres Distritos
Sanitarios del Municipio Libertador de Caracas. Sin embargo, el funcionario
advierte: “Una vez que se formara la red integrada de salud para Ruta Materna
de los cuatro distritos, se iban a establecer las articulaciones. Por ejemplo si
una embarazada necesitaba atención en una consulta especializada que no existía
en uno de los distritos se transferiría a otro donde sí la hubiera… Pero eso
quedó allí, en veremos”.
Los
funcionarios del Distrito Sanitario N° 4, donde nació Ruta Materna, se
esfuerzan por no parecer pesimistas. Sin embargo, Richard Acevedo, resume el
fracaso de la última fase del recorrido. “Después de que paren ellas se nos
pierden; deberían acudir a control posnatal”. De esa manera, es probable que
también se pierda la pista al recién nacido y no reciba la atención que
requiere.
Ángely es
una excepción entre las 14 mujeres entrevistadas para este reportaje: logró que
le suministraran micronutrientes durante su embarazo en un Centro de
Diagnóstico Integral de Barrio Adentro, ubicado en Tácata. También es
excepcional que no haya pasado hambre y que la malnutrición, junto con su
condición de adolescente, no hayan empeorado el bajo peso con que nació su
niña. Y es que tiene la ventaja de que su padre trabaja en Mercal, la red
gubernamental de distribución de alimentos. En todo caso, la muchacha aclara
que sin el apoyo de sus padres ella, su esposo, el primero de sus hijos y la
que acaba de nacer estuvieran en pobreza extrema.
Las misiones incumplidas
Una
evaluación más específica de Ruta Materna, que la presentada por el Estado
venezolano ante Naciones Unidas en 2016, la hace un funcionario del Ministerio
de Salud directamente involucrado con el plan. “Esta estrategia de Ruta Materna
se vino abajo; no se cumple. Déficit de insumos, falta de compromiso del
personal en los centros médicos. Y no vamos a eludir la responsabilidad del
Ministerio (de Salud) porque es el rector y es el que debe supervisar que eso
se cumpla. Para la Ruta Materna necesitas ambulancias, medios de comunicación y
que los hospitales den respuestas. Con la crisis económica, disminuyeron los
insumos, el transporte… Por ejemplo nosotros aquí en la dirección no tenemos
carros, ni una moto. Y en los hospitales hay cantidad de ambulancias chatarra.
Todo eso influye”, admite el informante de alto nivel dentro del propio
ministerio, que accedió a que su testimonio fuese grabado, más no a que se
revelara su identidad.
-¿A una embarazada de bajos recursos económicos y
que, por lo tanto, no se alimenta bien le bastaría la ingesta de esos
micronutrientes?
-No,
tienen que tener una buena alimentación. No es suficiente con el hierro y el
ácido fólico, tienen que alimentarse bien.
El
funcionario habla de la necesaria coordinación de todos los actores que
intervienen en el plan Ruta Materna como una meta lejana: “Cada quien hace lo
que quiere. Por ejemplo una paciente en los Valles del Tuy va a un consultorio
y le dicen ‘váyase a parir donde usted quiera’”. Aunado a esto está la alta
rotación de funcionarios. “Este año hemos tenido tres ministros. Comienza un
proyecto y entonces te cambian al ministro, al viceministro, al director… y si
las nuevas autoridades no están de acuerdo con la estrategia, se vuelven a
cambiar”, agrega la fuente.
Pero no
es solo una individualidad quien admite el fracaso del programa. La Memoria y
Cuenta del Ministerio de Salud revela un impacto precario: apenas 52.500
pacientes, cerca de diez por ciento del promedio anual de mujeres que dan a luz
en el país, fueron beneficiadas, de acuerdo con los resultados reportados en el
primer año de ejecución.
Nuevas promesas en gestación
El
presidente Nicolás Maduro anunció un proyecto de Clap Maternal (una modalidad
del mecanismo de distribución de alimentos a través de los Comités Locales de
Abastecimiento y Producción) el 12 de marzo de 2017. La iniciativa consistiría
en la entrega de una caja adicional a la de los alimentos con pañales, leche y
ropa para bebés. La promesa gubernamental indicaba que en el mes de julio
comenzaría la distribución, pero hasta el cierre de esta publicación no se ha
cumplido.
Igualmente
asomó en noviembre la “Misión de las Barrigonas Felices de Venezuela”, y en
enero siguiente se puso en marcha la entrega de ayudas económicas especiales
durante la gestación, las cuales, sin embargo, forman parte de un sistema mayor
de “bonos protectores” del gobierno repartidos con el mismo monto y de forma
masiva entre la población venezolana durante efemérides como la navidad, el Día
de Reyes Magos, carnaval y el Día de la Juventud. La identificación de las
embarazadas para las nuevas ayudas económicas consiste en registros
electrónicos y censos en las comunidades con apoyo de la Misión Barrio Adentro:
Las recientes promesas de atención retoman modelos anteriores que no
prosperaron.
El
hospital Materno Infantil Hugo Chávez es un recordatorio arquitectónico y
propagandístico del padre de la llamada revolución bolivariana. El centro de
salud pública, que atiende aproximadamente 5 mil casos mensuales, está tapizado
con imágenes del ex mandatario abrazando niños y mujeres embarazadas. No solo
aparece su fotografía decenas de veces, sino que despliegan su obra rotulada en
puertas y ventanas: la Misión Misión Niño Jesús, creada en 2010 y promovida
para la atención de la mujer en etapa de gestación.
Pero
transcurridos siete años de la Misión solo queda el recuerdo. “Se han mantenido
los emblemas y las imágenes porque son bonitos y sería muy costoso
removerlos…(pero) Niño Jesús ya no está prestando ningún apoyo”, asegura el
director del hospital, Juan José Luchón Vásquez. No lleva una bata blanca pero
es obstetra; no lleva uniforme militar pero es coronel de las Fuerzas Armadas.
Lo que más destaca en su oficina son los afiches del ex presidente Hugo Chávez
y del presidente Nicolás Maduro.
El
funcionario asegura que a las embarazadas se les provee oportuna y
gratuitamente el cocktail de micronutrientes que deben ingerir durante el
embarazo (calcio, ácido fólico, hierro y vitaminas). Pero basta bajar al tercer
piso del hospital para obtener una versión distinta. “¡Noooo mi amor!, aquí no
hay nada de eso desde hace más de un mes”, aseguró la empleada asomada por la
ventanilla.
El
desabastecimiento de medicamentos alcanzó 87,2% en la segunda quincena de
diciembre de 2017, según el Índice de Escasez de Medicinas de la organización
no gubernamental Convite, la cual monitorea los precios de la canasta básica de
principios activos prescritos para las cuatro principales causas de morbilidad
que afectan a la población venezolana: hipertensión, diabetes, diarrea e
infecciones respiratorias agudas.
Un mal comienzo, un final difícil
Poco
antes de morir, el ex presidente Hugo Chávez dejó lo que sería la brújula para
los años por venir: el Plan de la Patria 2013-2019, el cual incluye entre sus
metas aumentar en 100% la cobertura poblacional de atención médica integral a
través de los cuatro niveles de la Misión Barrio Adentro, reducir la mortalidad
materna a 37,3 por cada 100.000 nacidos vivos, reducir la mortalidad en niños
menores de 5 años a 11,7 por cada 1.000 nacidos vivos, y asegurar una
alimentación saludable y una nutrición adecuada a lo largo del ciclo de vida.
También
los últimos reportes divulgados por el Ministerio de Salud indican que entre
2015 y 2016 las muertes maternas aumentaron en 65,79% y las muertes infantiles
en 30,12%.
“Hablar
de la efectividad de los comités de salud en la ejecución de Ruta Materna me da
risa, porque no existe, por eso decidí apartarme”, cuenta Jimmy Pérez que fue
integrante de un comité de salud en Petare, una parroquia del este de Caracas
que conforma la segunda red de barrios más grande de Latinoamérica.
Este
aumento de la mortalidad materno infantil, aunado a la incapacidad de articular
el sistema de salud con las organizaciones comunitarias y la profundización de
la escasez y el alto costo de alimentos y medicinas son expresiones de cómo la
Ruta Materna se ha convertido en una ruta truncada.
Después
del desesperante periplo por cuatro hospitales públicos, Ángely Díaz y su madre
decidieron irse a la Maternidad Concepción Palacios, la más importante del
país. Agotada, nerviosa y siendo el quinto centro de atención al que acudía, la
ingresaron y a pesar de la contraindicación, dio a luz naturalmente.
El
primero de enero de 2018, la joven recibió la visita de funcionarios del
Gobierno del Distrito Capital. Le regalaron un coche, un corral y una
canastilla (con dos paquetes de pañales desechables y dos pantaletas
reciclables) para la recién nacida y 500.000 bolívares. Además, le prometieron
una vivienda propia, a través del programa social Gran Misión Vivienda
Venezuela, así como un mejor empleo para el padre de la niña.
Nunca
antes Ángely había recibido atención especial del Estado venezolano. Dice que
se enteró de que estaba embarazada al quinto mes de gestación, producto de la
escasez de pastillas anticonceptivas y medicamentos que afecta a toda la
población venezolana.
Siguen
esperando la ayuda que se les ofreció el día en que aparecieron en la prensa
como una familia pobre socorrida por el Estado venezolano. Transcurridas dos
semanas, aguardaban una llamada telefónica con noticias sobre posibilidades de
tener una mejor vivienda, un mejor empleo… Ángely y Franyer dicen que quieren
estudiar y trabajar para tener una mejor vida, para ellos y para sus hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario