jueves, 28 de octubre de 2010

Epidemiología primera experiencia (ampliado)

Mostramos en este trabajo, escritos elaborados en los años 1999-2000, donde se reseña parte de la experiencia vivida en esos años al frente de la epidemiología nacional. Este escrito complementa el escrito anterior de casos de gestión pública ENCARGADOS DE LA EPIDEMIOLOGÍA NACIONAL, que pueden encontrar en este mismo blog.
 
Epidemiología. Primera aproximación

Esta reflexión la hago una semana después de habérseme anunciado que posiblemente en los próximos días voy a cumplir una importante tarea en este campo. Pudiera ocurrir que no fuera así. De todas formas me adelanto a señalar algunas cosas referidas a la visión con que me presento ante esa posible tarea, para iniciar, si finalmente ocurre, mi acostumbrada construcción de los procesos de gestión que me han correspondido.

Propósitos:

1.    En primer lugar hay que hacer verdadera epidemiología integral. Esto implica mantener y fortalecer la clásica vigilancia epidemiológica, pero abrirle campo a la Epidemiología en el análisis de situación de salud y en la evaluación, para la formulación y seguimiento de las políticas de salud a todos los niveles. Este campo del saber debe convertirse en un factor clave para el análisis estratégico.
2.    El enfoque epidemiológico no debe ser un problema de epidemiólogos sino de todos los trabajadores de la salud y las comunidades.
3.    El campo de los estudios poblacionales, el análisis de las agrupaciones geográficas de población debe ser una unidad de análisis clave para la Epidemiología y no sólo los individuos enfermos. Las condiciones de vida y salud y no sólo la enfermedad y la muerte deben ser asuntos fundamentales de estudio de la Epidemiología
4.    Reestructurar. No debe Epidemiología administrar programas de intervención sobre problemas de salud, pero su transferencia debe garantizar que no se debiliten. Debe diversificarse el perfil profesional de los que hacen Epidemiología. Adecuar los servicios de epidemiología regional al sistema intergubernamental de salud en procesos de consolidación. Redefinir nuestra relación con esos servicios regionales
5.    Estar alerta frente a las epidemias. Enfermedades emergentes y reemergentes. Esa es una tarea clave. Además de ser una tarea de salud es una tarea política que le abre camino a otras más estratégicas
6.    Fortalecer y descentralizar la capacidad diagnóstica y técnica en general
7.    Acompañar al despacho en las más amplias reflexiones políticas. Participar en la toma de las grandes decisiones. Ganarnos ese derecho ampliando nuestro compromiso político, posicionarnos, superando nuestra tecnocracia y aparente “neutralidad objetiva”.
8.    Sobre investigación epidemiológica también diversificar, sacarla del reducido espacio de la epidemiología clínica, factores de riesgo e investigación de brotes

En síntesis:

•    Mejorar o por lo menos mantener lo que se hace bien.
•    Diversificar, ocupar nuevos espacios. Asumir y aportar a los cambios planteados en el mundo y en el país.

¿Cómo?:

Esa es la gran tarea. Traducir en propuestas operativas este deber ser.
Por ahora hay fortalezas que tenemos que utilizar:

•    Algunas regiones tienen grandes avances en este sentido: destaco Aragua, Zulia, Trujillo, Distrito Federal, Mérida
•    La Dirección de ASS tiene una gente joven muy interesante y con nuevas visiones
•    La Dirección de Vigilancia Epidemiológica, aunque tiene gente tradicionalista, es joven y permeable a cambios. Hay que darle una oportunidad en principio
•    PLC es un factor clave
  • Habría que comenzar con una reflexión a lo interno de la DGSEPI y con los Epidemiólogos regionales
  • Otro proceso inmediato es la revisión de la relación de la actual DGSEPI con todos los que hacen epidemiología en el MSAS (Malariología y Salud) y fuera del SAS
  • El problema de los sistemas de información es un asunto álgido que es necesario afrontar con fuerza
  • Un problema a tener presente es el tipo de cooperación técnica que estamos recibiendo de OPS 
  • Esto se asocia a otro problema, que son los intereses corporativos del gremio de epidemiólogos
DGSEPI 05/06/99


09/06/99
Conversación con el Ministro:

Ordinario: actividad. Iniciativas

•    Opinar
•    Reunión de Directores
•    Insumos al Ministro
•    ¿Cómo está el rumbo epidemiológico?
•    Epidemiología: FARO, INTELIGENCIA

Cambios internos:

•    Sistemas de registro
•    Organización en el nivel central (mudanza)
•    Retraso en la información (1996)
•    Presencia
•    Cercanía con la política
•    Recuperar el presente

“yo se que no es de un día para otro, pero que se vean avances, señales de que el proceso está en marcha”

•    Epidemiología actual: recoge números
•    Propuesta: Epidemiología y análisis estratégico al más alto nivel
•    Geógrafos, Economistas, experto en metaxénicas, ingeniero sanitario
•    Integración con otras Direcciones:
•    Luchar para acabar con la dualidad de dos boletines
•    Una sola epidemiología
•    Epidemiólogo: información geográfica
•    Mapas de riesgo
•    Fauna nociva
•    Insectos
•    Clima: recalentamiento de la tierra, fenómeno del niño, lluvias. Cuestiones estacionales.
•    Roedores
•    Enfermedades
•    Basura
•    Demografía
•    Pobreza
•    CAPACIDAD PREDICTIVA DE LA EPIDEMIOLOGÍA
•    Ojo: los boletines, el alerta, el último reporte epidemiológico
•    Salir a la luz pública: fortalecimiento del enfoque epidemiológico en las universidades


República de Venezuela
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social
Dirección General Sectorial de Epidemiología
  

DESAFÍOS DE LA EPIDEMIOLOGÍA FRENTE A LA ACTUAL SITUACIÓN DEL PAÍS

Es evidente que nuestro país se encuentra en un momento crucial de su historia. Hay un clima  acelerado de cambios que, aún cuando apenas se inician y por tanto no pueden valorarse aún a plenitud, representan un movimiento vigoroso. Hay un liderazgo político al frente del gobierno que tiene clara disposición a impulsar las transformaciones. Podemos estar o no de acuerdo con este liderazgo, compartir o no sus propuestas, pero lo que es indiscutible es que el mismo ha sido factor clave en la generación de este proceso de cambios, la mayoría del pueblo lo escogió para encabezarlo y está el frente de una parte importante del poder institucional del país.

Nuestro Ministerio, por supuesto no escapa a esta situación general. Podemos ser testigos de un proceso muy rápido de definiciones y acciones que parecen atropellarnos por lo acelerado que está ocurriendo. Con respecto a la reestructuración, por ejemplo, ya nos estábamos acostumbrando tanto a oír hablar de ella y a no ver mayores avances en la práctica, que llegamos a creer que ese proceso no se iba a concretar. Hoy vemos el paso decidido de ese proceso y esto nos inquieta. Pero debemos reconocer que se ha perdido mucho tiempo y es necesario recuperarlo o de lo contrario procesos sociales y políticos de más envergadura y violencia pueden rebasarnos.

Algo similar ocurre con los cambios que requiere la Epidemiología en nuestro país. Desde hace ya varios años venimos hablando de ellos. Hemos tomado algunas iniciativas al respecto, pero definitivamente no se siente ni se observa un proceso vigoroso de cambios que eleven a la Epidemiología al papel protagónico de ser factor fundamental de los cambios que se requieren en el campo de la salud.

En un documento recientemente publicado por la Dirección General Sectorial de Epidemiología (Abril 99), titulado “Epidemiología Nacional. Una historia, un futuro, una estructura”, se  ubica en el año 1994 el momento crucial del compromiso de los epidemiólogos venezolanos con el cambio. Allí se dice textualmente:

“La expectativas de una nueva dimensión y perspectiva dentro del campo de la Epidemiología fueron analizadas en el taller sobre análisis de situación y fortalecimiento de la Epidemiología en Venezuela (taller de El Laurel), que representó la revisión del camino andado desde 1916 y hacia dónde estábamos en 1994 con la reforma sanitaria, lo cual marcó un hito histórico importante en el que hacer de la Epidemiología, cuya remembranza permite identificar un marco conceptual y metodológico y generar nuevos niveles de intervención ante las demandas de la realidad nacional, se construyó la imagen objetivo de la Epidemiología del país y se estableció el compromiso de los epidemiólogos con el proceso”

Han transcurrido cinco años de aquel compromiso adquirido por el liderazgo epidemiológico nacional de iniciar un profundo proceso de cambios para colocarnos a tono con las realidades nacionales e internacionales. Si revisamos los documentos producidos en ese taller y en los sucesivos, podemos notar que teóricamente hemos estado bien orientados. Pero, si observamos los logros prácticos tenemos que reconocer que han sido pocos. Sí se ha avanzado y se han tenido logros, pero, tímidos respecto a las expectativas generadas y a las necesidades reales existentes.

Los que asistimos al taller de El Laurel sabemos que nuestro proceso de fortalecimiento no ha sido consecuente con lo que allí  decidimos y declaramos. Habría que revisar cuáles factores han influido en que no hayamos llevado a la práctica la construcción conceptual que allí hicimos. Definitivamente aquél planteamiento de recuperar el presente, de que la Epidemiología tuviera un mayor protagonismo en los procesos socio-políticos relacionados con la Salud Pública, que nos incorporáramos con fuerza a la toma de decisiones y a la construcción de políticas de salud  más justas, no se ha dado. Podemos decir que no ha sido responsabilidad nuestra sino del liderazgo político que no lo ha permitido. Sin embargo, debemos asumir de forma autocrítica nuestra cuota de responsabilidad en lo ocurrido y abocarnos a corregir lo que nos corresponda, además de lograr que los demás actores involucrados asuman en la práctica sus compromisos.

Hemos fallado en la práctica, en la implementación de las ideas definidas y acordadas. Habría que definir por qué. Es posible que en realidad no estemos de acuerdo con esas ideas y que eso nos haya frenado; puede ser que no tengamos claro cómo hacerlo, lo que requeriría hacer un gran esfuerzo colectivo en ese sentido; podría también ocurrir que los factores para estos cambios sean múltiples y no estén bajo nuestra gobernabilidad, en este caso tendríamos que estudiar las vías estratégicas para lograrlo; finalmente podría ser que simplemente no sea posible. A esta última conclusión sólo podríamos llegar una vez que transitemos todas las anteriores.

Creo que el gran reto del momento no está en la definición de Qué hacer. Eso ya está en buena parte convenido. La tarea está en el Cómo y esa es una compleja tarea necesariamente colectiva y no circunscrita únicamente a los epidemiólogos. Por eso el fortalecimiento de la Epidemiología no puede verse como un asunto corporativo del “gremio” de epidemiólogos. Una visión de ese tipo desvirtuaría cualquier intento y lo llevaría a la búsqueda de intereses de grupo y no de la población, a medios y no a fines.

Este problema es definitivamente colectivo, de toda la institución de salud y no sólo de los epidemiólogos. Es más, se trata de un asunto que incluye a todos lo niveles de gobierno, no sólo del nivel central, y afecta a toda la población, no sólo  al sector salud.  No es un problema de una persona, de un experto o de un líder. Es un problema colectivo y multivariado. Sin embargo, los epidemiólogos tenemos en este caso la primera palabra. Si no lo hacemos nosotros, si no nos disponemos y nos colocamos al frente nosotros, muy probablemente no se hará o avanzará muy lentamente a contracorriente. No puede lograrse un cambio como el que queremos si seguimos teniendo una postura sólo técnica, aparentemente objetiva y neutral frente a procesos históricos tan trascendentes como los que están ocurriendo en el país. Es fundamental posicionarnos. A favor o en contra de los cambios, a favor o en contra de la manera como se impulsan, pero posicionarnos y actuar en consecuencia.

Este momento, en el que han ocurrido cambios a nivel directivo, los cuales de alguna manera nos han sorprendido a todos, nos preocupan, nos generan expectativas contradictorias, pero que definitivamente son impulsadas por un proceso que tiene en alta valoración el trabajo de los epidemiólogos, es un momento que pudiéramos verlo de distintas maneras. Invitamos a que valoremos el lado positivo de este hecho y en todo caso, participemos activamente con toda la libertad de nuestro pensamiento y acción defendiendo nuestras posiciones sean cuales fueren, sigamos construyendo caminos gloriosos para la Salud Pública y el pueblo venezolano.

Tenemos un reto frente a nosotros. Dos razones nos impulsan a asumirlo: una es el compromiso necesario en este esfuerzo que está haciendo Venezuela por superar tantos años de humillación y aprovechamiento para intereses perversos. La otra es la entrega y capacidad de servicio de la mayoría de los trabajadores de la salud de nuestro país y de los trabajadores de Epidemiología en particular. Asumamos colectivamente con optimismo este complejo, pero promisorio momento de la Epidemiología y de nuestro país en general.

DGSEPI 13/06/99

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio de Salud y Desarrollo Social


LA DIRECCIÓN DE EPIDEMIOLOGÍA Y ANÁLISIS ESTRATÉGICO 
EXPERIENCIA INÉDITA EN AMÉRICA LATINA

En Venezuela desde hace poco más de un año se ha iniciado un complejo y esperanzador proceso de transformación política que incluye un esfuerzo por redimensionar el Estado y sus instituciones.

Una de las áreas que está en estos momentos sometida a un proceso de revisión y cambio es la de las políticas sociales. Dentro de ellas ha surgido una nueva institución que es el Ministerio de Salud y Desarrollo Social (MSDS) el cual integra estructuralmente los antiguos Ministerios de Sanidad (MSAS) y Familia (MFAM), más organismos pertenecientes a otros Ministerios como el CONAMU, FUNDACREDESA, etc.

Este nuevo Ministerio tiene por Ley competencias administrativas directas de áreas de las sociales como salud, asistencia social y laboral y coordinar el Gabinete Social el cual está integrado por otros Ministerios y organismos, para la formulación e implementación de la Política Social del país.

En la estructura organizativa del MSDS se ha creado la Dirección de Epidemiología y Análisis Estratégico (DEAE), la cual se concibe como una Dependencia de apoyo a las instancias decisoras del Ministerio en materia de formulación, seguimiento y evaluación de políticas, planes, programas y proyectos.

Como puede observarse en la figura anterior, las instancias decisoras del Ministerio en materia de políticas son el Despacho del Ministro y los dos viceministerios correspondientes a los sectores que lo componen, es decir el sector salud y el sector social

La DEAE surge de la fusión de la antigua Dirección General Sectorial de Epidemiología del antiguo Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y un parte sustantiva de la Dirección General Sectorial de Desarrollo Social del ex Ministerio de la Familia. Sus funciones principales son las siguientes:

•    Análisis estratégico y del entorno  para la formulación de políticas
•    Rectoría Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Social
•    Rectoría Sistemas de información Epidemiológica y Social
•    Coordinación Sistema de seguimiento y evaluación de políticas

Nos parece importante hacer algunos comentarios acerca de estas funciones:

1.    El análisis estratégico y del entorno se convierte en la misión más importante de esta Dirección. Es muy importante disponer de una dependencia que vaya acumulando información, conocimientos y capacidad de análisis para el perfeccionamiento del proceso de formulación de políticas, planificación, seguimiento y evaluación de las mismas. De allí que la rectoría de sistemas de información epidemiológica y social y la coordinación del sistema de seguimiento y evaluación de políticas y planes sean funciones asociadas a esta gran responsabilidad. Se trata de fortalecer progresivamente la capacidad de priorización de problemas sociales y de salud del país, estudio a fondo de sus determinantes, formulación de las políticas tendentes a su solución y hacer seguimiento y evaluación del impacto de las mismas. Esto permitiría una gestión pública cada vez más efectiva y eficiente. A la DEAE le corresponde apoyar en este sentido a los órganos decisores.
2.    La  rectoría del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Social es la segunda gran tarea de esta Dirección. Esta función que hasta ahora se cumplía en el antiguo MSAS, se refiere al seguimiento y monitoreo constante (táctico) del curso de los problemas de salud para detectar precozmente sus modificaciones e intervenir inmediatamente evitando así su agravamiento y  propagación a grandes grupos de población. Por supuesto, esta función que hasta ahora ha sido ejecutada con éxito, ha estado limitada a algunos problemas y nos proponemos transformarla para hacerla más amplia y extenderla al sector social.

Para cumplir esta importante misión la DEAE se ha organizado con la siguiente estructura:


Para el desarrollo de la capacidad de análisis de los diferentes problemas sociales y de salud se requiere la conformación a lo interno de diferentes grupos de trabajo conjuntamente con las dependencias responsables de la ejecución de las políticas de cada sector. Esto nos ha llevado a conformar a lo interno de las Direcciones de Análisis Estratégico e Información y Estadísticas áreas de trabajo que permiten el cumplimiento de la misión de la Dirección:
 
Igualmente nos hemos propuesto un sistema de Vigilancia Epidemiólogíca y Social único, bajo la rectoría de la DEAE, de tipo modular, ejecutado por diversas dependencias del MSDS e incluso de otros organismos fuera del Ministerio. La concepción general que nos planteamos es garantizar una conducción única y a la vez ampliar al máximo posible la actividad de análisis táctico de problemas sociales y de salud para intervenciones inmediatas que permitan su control. Dentro de este sistema queda incluido nuestro sistema nacional de alerta y respuesta rápida.



 Finalmente el Ministerio en su conjunto tiene dos funciones fundamentales en las que la DEAE juega un papel destacado. Se trata del proceso de planificación para la implemaentación de las políticas sociales y de salud y el sistema de seguimiento y evaluación de políticas y programas. La DEAE es un factor importante en el proceso de planificación, forma parte del Consejo de Planificación y coordina el sistema de seguimiento y evaluación de políticas, planes y programas


Por todas estas razones sostenemos que en Venezuela, en cuanto a lo que se refiere a la integración del área epidemiológica del sector salud y todos sus componentes y el área de información y análisis estratégico del sector social, se está dando un proceso inédito que, si es desarrollado adecuadamente producirá grandes ventajas a los colectivos que han desarrollado por separado este tipo de actividades. De hecho en el campo de la epidemiología viene haciéndose desde hace varios años una búsqueda por ampliar el horizonte de esa disciplina hacia considerar de manera más amplia y compleja todo lo referente a los determinantes y condicionantes del proceso salud/enfermedad/atención y en el campo de las políticas sociales viene avanzándose en la búsqueda de conocimientos para la formulación, seguimiento y evaluación de políticas públicas abarcativos de la complejidad superando las visiones mecánicas y lineales de esta problemática.

Esto nos lleva a afirmar que estamos ante el nacimiento de un nuevo Ministerio y una DEAE que suprimen conservan y superan las instituciones que les han dado origen, ocurriendo una profunda transformación que  introduce a nuestro que hacer cambios cualitativos sin precedentes y nos acerca al logro de conquistas que han sido caras aspiraciones de muchos técnicos, profesionales y luchadores sociales de nuestro país, en función de hacer nuestra práctica profesional y social más consecuente con las verdaderas necesidades de nuestros pueblos.

MSDS 18/03/2000 

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio de salud y desarrollo Social


LA EPIDEMIOLOGÍA Y LA REESTRUCTURACIÓN DEL MSDS



“La idea de mantener la rectoría del conjunto de las actividades epidemiológicas bajo un solo comando. Esto permitiría a la larga mantener el desarrollo progresivo de la Epidemiología como disciplina y de los epidemiólogos como profesionales. Lo cual no es secundario para el futuro de la Salud Pública en el país. No por casualidad la Epidemiología ha sido una de las disciplinas más fieramente adversadas por quienes promueven modelos privatizantes de los sistemas de salud de los países. Independientemente de cuál sea la conducta práctica de los o de algunos epidemiólogos en determinadas coyunturas, estoy convencido de que la epidemiología como disciplina y como campo práctico constituye una de las fuerzas estratégicamente progresistas y por demás vinculada a una visión de salud pública en los sistemas de salud. Su desarrollo científico técnico es una necesidad estratégica en este sentido, aún cuando sea necesario discutir y trabajar mucho para una redefinición de sus prioridades y formas de práctica, a la luz de los conocimientos disponibles hoy sobre los determinantes de la situación de salud de poblaciones”
Pedro Luis Castellanos

Hace un año, cuando me inicié en este cargo una de las preocupaciones que tenía era evitar colocarme en una postura de máximo representante de un cuerpo que en ocasiones actúa como familia y en otras como gremio, que es ese cuerpo de epidemiólogos del país, el cual no escapa a la visión tubular y reducida que nos planteamos modificar en los jefes de los programas verticales de salud, pero que igual a estos son muy importantes para el futuro de la Salud Pública venezolana. Insistí en la necesidad de trascender ese rol de los epidemiólogos y reflexionar sobre el papel de la Epidemiología más que como disciplina profesional, como enfoque, como forma de pensar que debe permear a toda la Salud Pública.

Una de las críticas que hacemos a muchos epidemiólogos es su aparente postura “técnica” al margen de la política, su posición que pretende estar por encima de las autoridades políticas, su aparente poco compromiso político, su baja capacidad de negociación y su horizonte reducido a la vigilancia epidemiológica de enfermedades transmisibles que es ampliamente dominante en estos profesionales, sin que se dispongan a trabajar la salud pública con una visión más amplia que incorpore otros factores que forman parte de ella. A veces, equivocadamente consideramos a los epidemiólogos unos recoge números y en verdad que muchos de ellos hacen poco para tratar de que se les considere de otra forma.

Esas son algunas de sus debilidades. Pero es importante que también nos paseemos por sus fortalezas y veamos la otra dimensión del asunto.

No conozco la historia del desarrollo de la Epidemiología en Venezuela porque no le he vivido ni la he estudiado. En 1992, una vez terminado curso medio de Salud Pública, opté por estudiar Epidemiología porque consideré que para mi vocación política el conocimiento de esa disciplina como campo de la salud Pública me era más atractivo que el de la administración de programas u hospitales. Creí –y hoy lo confirmo- que si quería ser mejor político en el campo de la Salud Pública debía estudiar Epidemiología.

Luego, fui dándome cuenta que la Epidemiología estaba encerrada en una práctica reducida, poco trascendente para mis inquietudes, limitada a la Vigilancia Epidemiológica de las enfermedades transmisibles y que no era mi voluntad dedicarme a esa práctica. Me fui a otras vertientes de la práctica de la Salud Pública, incursioné en otros campos y desde hace un año estoy el frente de la Epidemiología a nivel nacional de Venezuela en lo que respecta a su rol gubernamental.

Cuáles han sido algunas de las lecciones aprendidas en este período y en mi regreso a la Epidemiología:

1.    Estamos frente al equipo técnico de mayor continuidad en la Salud Pública venezolana. La alta rotación de personal en el trabajo técnico y directivo y la poca calificación técnica del mismo así como su partidización revela que este equipo técnico se ha preservado mayoritariamente y abarca los más apartados rincones del país. Ellos tienen un alcance similar al de nuestra red ambulatoria y Malariología, con la diferencia que han mantenido mayor coherencia y han sido tocados menos por el deterioro político que nuestro país ha sufrido en los últimos 30 años.
2.    Este equipo tiene como una limitante importante su estrechez de miras. Quizás como una manera de defenderse se han refugiado en las actividades que le dan poder como son vigilancia epidemiológica de transmisibles y vacunas. Pero además los cuadros directivos del Ministerio y los Estados no han favorecido su amplitud de miras quizás por temor a que  compitan con ellos en el rol protagónico. En general este equipo se refugia en su poder técnico y actúa como cuerpo a nivel nacional.
3.    En este período los epidemiólogos han participado y sido aliados nuestros en la reestructuración del MSAS, en la creación del MSDS, en la implantación y desarrollo del MAI, en la reducción de la mortalidad infantil y materna, en la nueva estrategia de lucha antimalárica, en la lucha contra las enfermedades endémicas y epidémicas, en el desastre natural de Diciembre,  en la recuperación de las estadísticas vitales, en la creación de un Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica con mayor amplitud  e interrelación de la que existe actualmente y están apoyándonos en la incursión que venimos haciendo en el seguimiento y evaluación de metas, en la planificación estratégica para los próximos 6 años y en la implantación de nuevos criterios de asignación de recursos. Es evidente que su compromiso con los cambios que nos hemos propuesto es tangible, aún cuando en momentos haya en algunos de sus miembros posiciones más o menos a favor de los mismos.
4.    Pero además han atendido adecuadamente las importantes responsabilidades que siempre les ha correspondido atender, es decir, han cubierto sus funciones habituales y participado intensamente en los nuevos retos planteados.
5.    Así que se trata de un cuerpo disciplinar que tiene sus intereses como tal, muchos de los cuales no compartimos porque generan relaciones y visiones tubulares y sectarias, pero visto en positivo son un equipo nacional de técnicos en el área de Salud Pública cuya fuerza y posición a favor de los más pobres no es despreciable en el campo estratégico en el que nos encontramos donde las debilidades técnicas, políticas y éticas son muy grandes. Son un grupo que tiene en su mayor parte una visión reducida de la Salud Pública, pero que superándola tienen la ventaja de estar estrechamente ligados a los problemas concretos de la gente a todos los niveles en todo el territorio nacional, lo cual constituiría una fuerza inmensa para esta lucha por mejorar la salud de la población. Es gente que mantiene intacta la mística de trabajo, es solidaria y se moviliza a cualquier parte de los Estados y del país para apoyar frente a problemas graves, que no se ha viatificado como ha ocurrido con otros grupos de la Salud Pública, que no se ha corrompido ni se ha comprometido en su mayor parte con el ejercicio de la administración y gestión de la Salud Pública en la época de deterioro político y moral que tuvo el país en los últimos 30 años.
6.    Yo no pertenezco a ese cuerpo aunque haya estudiado Epidemiología. No defiendo pues intereses grupales o disciplinares. Trato de ver los pro y los contra de trabajar en conjunto con este grupo en función de transformar la Salud Pública venezolana. Por supuesto, si llegamos a la conclusión de que una integración con ellos es necesaria e importante, tenemos que considerar sus intereses como cuerpo y ver el tipo de concesiones que sería conveniente o no hacer.

MSDS 06/06/00


Valencia, 24 de Agosto de 2000

Para: Gilberto Rodríguez Ochoa
De: José Mendoza

Utilizo este medio para adelantarte algunas ideas sobre lo que propongo deberíamos hacer en esta nueva etapa, con respecto al área de la cual soy responsable y otras cosas relacionadas.

Cumplida esta primera etapa podríamos decir que en el nivel central hemos logrado iniciar un proceso de cambios que lleva entre otras muchas cosas a que la Epidemiología esté cumpliendo hoy un papel ni siquiera imaginado hace dos años. Hasta que se inicia este gobierno las propuestas de cambio en el rol de la Epidemiología en el campo de la Salud Pública eran en general más o menos teóricas sin mayor repercusión –por lo menos en nuestro país- en la práctica. Hoy podemos decir que hemos dado los primeros pasos hacia lograr un vuelco de una Epidemiología centrada en la vigilancia epidemiológica de las enfermedades transmisibles, de manera que, sin descuidar este aspecto y más bien fortaleciéndolo y transformándolo, se incorpore la disciplina Epidemiológica en la toma de las grandes decisiones de políticas sociales y de salud en convivencia con otras ramas del saber como son la economía, las ciencias políticas, la sociología,  la planificación, entre otras.

Hoy tenemos una Dirección de Análisis Estratégico que inicia su transitar por el campo del seguimiento y evaluación de políticas y metas, de formulación de planes en el mediano y en el corto plazo, en el procesamiento tecnopolítico hacia el establecimiento de una Sistema de Dirección Superior en el Ministerio y en general en el análisis de la problemática social y de salud para apoyar la toma de decisiones.

Hemos recuperado nuestras estadísticas vitales, en particular las estadísticas de mortalidad previéndose que a finales de año estaremos al día por primera vez en muchos años, lo cual será un recurso invalorable para una mejor formulación y seguimiento de políticas, planes y metas.

Se ha avanzado significativamente en la implantación del Modelo de Atención Integral, hemos producido y estamos implantando el SISMAI, adscribiéndose a la Dirección de Epidemiología y Análisis Estratégico la CONASI que será la puerta única de entrada de este sistema de información y de todos los sistemas de información en Salud y Desarrollo Social, lo cual va a facilitar enormemente la evaluación del desempeño de servicios y programas sociales y de salud.

En el campo de la Vigilancia Epidemiológica iniciamos el proceso de diseño de un Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Social modular que abarca de manera descentralizada todo el campo de la Vigilancia Epidemiológica, cohesionándolo como sistema único manteniendo a la vez su especificidad en los diferentes campos.

Está planteado un objetivo muy importante y es el relativo a la integración de la Epidemiología y los Programas de salud. Esta es una propuesta que todos compartimos, pero en la que se ha avanzado poco. Tenemos que profundizar en la discusión de cómo hacerlo y avanzar en la práctica en ese camino. Ya en el pasado tuvimos en el nivel central una Dirección de Epidemiología y Programas de Salud adscrita a la antigua Dirección General Sectorial de Salud, que no dio resultados satisfactorios en relación a esta unión de Epidemiología y Programas de Salud. En Aragua hay una experiencia reciente de integración de este tipo que ha dado resultados positivos.

Soy de los que cree que estos avances logrados en el nivel central del Ministerio en el sentido de acercar la epidemiología al proceso de toma de decisiones al más alto nivel, deben extenderse a los Estados y Municipios. Para ello es necesario impulsar en este segundo año una ofensiva a nivel regional que difunda los logros obtenidos hasta ahora y permita incorporar las regiones a esta reflexión, lo cual permitiría un crecimiento importante de la Salud Pública y el área social en todos los niveles, en particular en los Estados.

Se trata de abrir un debate amplio que permita incorporar los avances conceptuales y prácticos obtenidos hasta ahora para lograr extender el campo de la Epidemiología más allá de la tradicional vigilancia epidemiológica de enfermedades transmisibles y lograr que todo el colectivo del área social y de Salud Pública se apropie del enfoque epidemiológico sin que esta disciplina pierda su especificidad y profundidad. Se trata de superar la visión tubular en el campo de la Epidemiología, superar el monopolio del conocimiento epidemiológico por parte de un pequeño grupo, pero a la vez mantener la especificidad y profundidad de esta disciplina y no diluirla en otros campos de la Salud Pública y del área social. Igualmente en el campo de la gestión social y de Salud debe avanzarse hacia la superación del empirismo y la falta de control de gestión, que trae como consecuencia la inefectividad en el desempeño de los servicios y programas.

Propongo iniciar esta ofensiva con una jornada nacional sobre epidemiología y desempeño institucional en el área social y de salud a realizarse en el mes de Noviembre que sustituya las ya tradicionales reuniones nacionales de Epidemiológos, que los incluya, pero que no se circunscriba únicamente a ellos. Esta jornada debe ser seguida por jornadas zonales, regionales y locales que abra el debate sobre el tema e impulse su implementación práctica y debe abarcar lo relativo a los cambios en Epidemiología, en el Modelo de Atención, en el desempeño institucional, planificación, seguimiento y evaluación de políticas, planes, proyectos y metas y toda aquella reflexión que venimos impulsando en materia organizacional.

No se  cómo es lo más conveniente que la organicemos. Quizás lo mejor es que no esté referido a la epidemiología y a los epidemiólogos. El asunto es que ese cuerpo es una fuerza nacional de mucho peso que no debemos desconocer y que en estos momentos son nuestros aliados. Si consideramos que no debe referirse específicamente a ellos, habría que buscar una forma que los tome en cuenta en toda su fuerza. Este es el grupo nacional más cohesionado que existe en la Salud Pública venezolana para bien o para mal, es el que más responde como cuerpo a las directrices del nivel central  y, repito, lo tenemos en general como aliados en los actuales momentos.

Espero que podamos conversar con respecto a esta propuestas

Un abrazo

EPIDEMIOLOGÍA Y ANÁLISIS ESTRATÉGICO AÑO 2, LAS PRIORIDADES

Un breve balance:

Ha concluido ya la etapa de implantación de una nueva DEAE. Tenemos un equipo de trabajo conformado y legitimado, nueva estructura, nos hemos fortalecido, tenemos reglamento orgánico e interno y estamos iniciando el camino de las nuevas tareas manteniendo en buen funcionamiento las anteriores.

Se trata ahora de darle al proceso de cambio un impulso mayor que lleve a consolidar el camino iniciado. Esto implica nuevos planes y nuevas decisiones.

El equipo actual está conformado por diez personas al más alto nivel directivo, más otro grupo de técnicos que podrían estar por unos 20 profesionales de buen nivel. En los Estados tenemos un grupo técnico aliado muy importante entre los Epidemiólogos y un liderazgo reconocido en toda la estructura epidemiológica que MM califica como el único equipo nacional que tiene el MSDS.

Las prioridades:

1.    El proceso de planificación, seguimiento y evaluación: Esta es a mi juicio la primera prioridad que tenemos en esta nueva etapa. Hemos aprendido que la evaluación de políticas públicas es crucial para una formulación de nuevas políticas realmente efectivas. Pero además hemos descubierto en este año y medio de gestión que uno de los problemas más importantes que tenemos en el Ministerio es la debilidad en el seguimiento de las metas trazadas. Una de las mayores fallas que explican estas debilidades está en la falta de sistemas de información confiables y en sistemas de planificación que sólo constituyen formalidades para justificar asignaciones presupuestarias y que en ningún momento se constituyen en guías para la acción. La planificación entonces es una tarea formal que ocurre durante dos meses del año en que se asignan las cuotas presupuestarias a los diversos organismos. De allí que avanzar en este sentido es fundamental para mejorar el desempeño institucional
2.    El procesamiento tecnopolítico. El Sistema de Dirección Superior: un aspecto fundamental para que haya un control efectivo de gestión es la existencia de un Sistema de Dirección Superior en el Ministerio que garantice la solicitud y rendición de cuentas y la gerencia por objetivos. Esto obliga a que haya una instancia en el Despacho que sería la DAE que se encargue del procesamiento tecnopolítico de la información necesaria para un adecuado control de gestión. Esto fortalecería el seguimiento de las metas
3.    El Análisis estratégico y del entorno para la formulación de políticas. Inequidades sociales: parte de esta función se incluye en la anterior, pero al análisis estratégico y del entorno es mucho más amplio que incluye desde los análisis de actores necesarios para el desarrollo las estrategias adecuadas que permitan e implementar las políticas, hasta el estudio de los determinantes de los problemas sociales y de salud. Es necesario contar con un organismo que monitoree las políticas y los problemas y pueda prever prioridades tanto coyunturales como estructurales
4.    Los Sistemas de Información en Salud y desarrollo Social. El SISMAI, las estadísticas vitales: este es un aspecto fundamental ya señalado anteriormente. El seguimiento y evaluación de políticas, planes y metas requiere sistemas de información vigorosos y confiables. Sólo garantizando series históricas lo más largas posibles de las distintas variables que determinan  los problemas sociales y de salud es posible garantizar la formulación de políticas realmente efectivas
5.    El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Social. Integración Epidemiología-programas de salud: esta es una prioridad muy importante y compleja. La Vigilancia Epidemiológica es una de las fortalezas más grandes que tiene la salud Pública venezolana, pero su fortaleza se limita a la vigilancia de las enfermedades transmisibles. Hay muchos otros campos de vigilancia epidemiológica que no se han desarrollado suficientemente y que han funcionado de manera incoordinada. La vigilancia de eventos sociales que influyen sobre la población ha sido hasta ahora teoría. Un asunto importante a lograr y que es una prioridad planteada por el MInistro es la unificación de Epidemiología y los programas preventivos de salud. Hemos planteado la idea de un sistema único modular descentralizado territorial y técnicamente, pero eso hasta ahora es sólo una propuesta en las primeras fases de diseño
6.    Interno:
•    los recursos humanos y la administración
•    La reestructuración: fortalecimiento y transferencia de vacunas y zoonosis
Estas tareas internas son muy importantes. La de recursos humanos en particular es fundamental y tenemos que asumirla con fuerza técnica y administrativa. Con respecto a la transferencia de programas históricamente ligados a Epidemiología como son las prevenibles por vacunas, las zoonosis y la Fiebre Amarilla, sigue siendo necesario lograrlo. Ya está definido en el reglamento interno pero su transferencia se ha retardado por dificultades prácticas tanto en la DEAE como en las Direcciones que los recibirían.

MSDS 26/08/00

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